BRASILIA, 26 jun (Xinhua) -- El Senado de Brasil aprobó hoy una reforma el Código Penal que endurece las penas para el delito de corrupción, que tipifica como "crimen hediondo", considerado de mayor gravedad y sin beneficios como fianzas o amnistías.
El texto aprobado, ahora pasará a la Cámara de Diputados para su discusión, establece que la corrupción activa -cuando es ofrecida a un funcionario público una ventaja indebida para la práctica de un acto de oficio- pasa a tener penas de cuatro a 12 años de prisión más multa, elevando la pena mínima, que en la actualidad es de dos años.
La misma pena corresponderá al crimen de corrupción pasiva, es decir, cuando un funcionario solicite o reciba ventaja indebida en razón de la función que ocupa.
La propuesta incluye también entre los "crímenes hediondos" la práctica de concusión, acto de exigir una ventaja en función del cargo ocupado.
El texto fue votado un día después de que el presidente del Senado, Renan Calheiros, anunciara una "agenda positiva" con la inclusión de la propuesta entre las prioridades de esa casa legislativa para atender a las demandas de las manifestaciones callejeras que recorren las ciudades de todo el país, entre las que destaca erradicar la corrupción.
En su discurso del lunes pasado, cuando recibió a gobernadores y prefectos para proponer una serie de pactos ante la crisis política que sacude al país, que exhibieron las numerosas protestas callejeras, la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, sugirió endurecer la legislación para que la corrupción fuera considerada "crimen hediondo".
En Brasil, la calificación de "crimen hediondo" implica que el reo no puede beneficiarse de libertad condicional o ganar libertad a través del pago de fianza, e impide la concesión de amnistía.
La propuesta sigue ahora para la Cámara de Diputados, tras lo cual, si es aprobada, volverá al Senado antes de ser sancionada y promulgada por la presidenta Rousseff.