Estados Unidos expresó su esperanza de que Nicaragua y Colombia puedan resolver "en forma bilateral" las tensiones surgidas tras la sentencia que emitió la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para definir los límites fronterizos de ambas naciones en el Mar Caribe.
La embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Phyllis Powers, en breves declaraciones ofrecidas a la prensa durante una visita a un centro de convenciones en Managua, dijo que el gobierno de su país confía en que las actuales diferencias entre Colombia y Nicaragua por un asunto de soberanía se diriman a través del diálogo.
El lunes pasado, la CIJ ratificó la soberanía colombiana sobre los cayos adyacentes a la isla San Andrés, pero otorgó a Nicaragua derechos sobre 200 millas náuticas en el Mar Caribe, sobre las cuales Colombia ejercía soberanía.
La noche del mismo lunes, el presidente colombiano Juan Manuel Santos anunció que su gobierno no aceptaba dicha sentencia por contener "graves errores", así como "excesos e inconsistencias".
La diplomática estadounidense consideró que ambos países sentaron un precedente favorable al recurrir ante la CIJ, con sede en La Haya, Holanda, para resolver su diferendo limítrofe en el Mar Caribe.
"Es un ejemplo de dos países que están haciendo sus trámites ante una Corte. Eso es bueno porque el tomar una ruta de paz y legalidad siempre es mejor", dijo la diplomática.
La querella entre ambas naciones surgió en 2001, luego de que Nicaragua demandó a Colombia ante la CIJ y pidió la revocación de un tratado de 1928 mediante el cual Managua cedía a Bogotá la soberanía sobre el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Nicaragua argumentó en su demanda que el Tratado Bárcenas Meneses-Esguerra de 1928 le fue impuesto a la nación centroamericana por estar ocupada militarmente por Estados Unidos.
La CIJ ratificó en 2007 la soberanía colombiana sobre el archipiélago en disputa, y declaró que el meridiano 82 no era frontera marítima, tal como lo pretendía Colombia.