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Violencia armada en Venezuela afecta a funcionarios públicos

Actualizado a las 22/11/2012 - 09:54
Los altos niveles de violencia armada que atraviesa Venezuela han afectado en los últimos días a funcionarios públicos, así como a sus familiares y personas allegadas.
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Los altos niveles de violencia armada que atraviesa Venezuela han afectado en los últimos días a funcionarios públicos, así como a sus familiares y personas allegadas.

Venezuela es uno de los países de Latinoamérica con las mayores tasas de homicidios violentos, cifra que alcanzó a 50 asesinatos por cada 100.000 habitantes durante el año 2011, según datos del Ministerio de Interior y Justicia.

Esta tasa se tradujo en un total de 14.092 homicidios cometidos en ese año, y aunque las autoridades de seguridad y el gobierno nacional realizan esfuerzos por contener la violencia, cada día se producen nuevos asesinatos violentos en el país.

La ola de criminalidad ha afectado en días recientes a por lo menos cuatro funcionarios públicos y personas cercanas a ellos.

El martes 20 de noviembre fue asesinado en la ciudad de Valencia, capital del estado Carabobo (centro norte), el hijo del diputado de oposición a la Asamblea Nacional, Eliézer Sirit.

De acuerdo con declaraciones del legislador a medios locales, la víctima, Gregori Sirit, de 24 años, recibió ocho impactos de bala que le causaron la muerte instantánea durante el robo de su camioneta.

El joven salió de su casa alrededor de las 23:00 horas locales (03:30 del miércoles GMT), y algunas horas después fue encontrado por funcionarios policiales abandonado en una calle sin identificación ni sus pertenencias.

En sus reacciones iniciales a la prensa tras conocerse el crimen, el diputado Sirit fustigó al gobierno nacional por no lograr controlar la violencia en el país.

“Sólo el que es víctima de este tipo de situaciones puede sentir lo que significa no tener un gobierno que tome acciones contundentes para evitar este tipo de situaciones”, dijo el parlamentario al canal privado de noticias Globovisión.

El caso del joven Gregori Sirit fue precedido en los últimos días por otros tres que involucraron a ciudadanos prominentes.

El pasado 1 de octubre recibió gran atención de la prensa el asesinato del comisario Ramón Maldonado, secretario general del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).

Con 24 años de servicio y tercero en la línea de mando del órgano de investigación de Venezuela, Maldonado fue víctima de delincuentes armados en su propia residencia, ubicada en el sector El Paraíso, al suroeste de Caracas.

De acuerdo con versiones de medios locales, un grupo de cuatro asaltantes ingresó a la casa de Maldonado y sometió al funcionario, esposa e hijos, ignorando quién era el propietario de la vivienda.

Rato después, al revisar sus pertenencias y percatarse de que se trataba de un alto mando del CICPC, los criminales se pusieron nerviosos y decidieron asesinarlo con un disparo en la cabeza.

El caso de Maldonado fue particularmente notorio, porque se convirtió en el funcionario policial número 80 asesinado en lo que va de año sólo en el área de Caracas.

Más recientemente, el sábado 17 de noviembre, fue abatido un escolta del ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez.

Pablo Marín, de 43 años, fue atacado por varios sujetos armados a bordo de motocicletas mientras se encontraba reunido con amigos en el sector 23 de enero, una de las barriadas populares más grandes y violentas de Caracas.

En el incidente resultaron heridas otras personas del círculo de amistades de Marín.

Finalmente, el domingo 18 de noviembre fue asesinada en su casa de Barquisimeto, capital del estado Lara (noroeste), la concejala por el Partido Socialista Unido de Venezuela Mercedes Dorante, de 58 años.

El caso de Dorante llamó la atención por el hecho de que fue asesinada por asfixia y su cuerpo fue hallado con signos de haber sido golpeada hasta el punto de tener fracturas en varias costillas.

Las investigaciones en este caso apuntaron rápidamente al hijastro de la concejala, Darby Rodríguez, a quien le fue hallada evidencia de su autoría del crimen.

Rodríguez, de 29 años, fue aprehendido y puesto a la orden de los tribunales este miércoles y, de acuerdo con su confesión, cometió el homicidio en venganza por presuntos maltratos sufridos durante su infancia por parte de su madrastra.

Las autoridades aún trabajan para esclarecer el resto de los casos.

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