RIO DE JANEIRO, 8 abr (Xinhua) -- El delantero brasileño Fred del club Fluminense y de la selección brasileña protagonizó hoy un duro ataque contra las "barras bravas" (afición organizada), al tildar a sus integrantes de "delincuentes" y afirmar que son los responsables de los actos de violencia en todo el país.
El futbolista usó las redes sociales para lanzar la ofensiva más contundente ya realizada por un jugador de fútbol local contra las barras bravas, al tiempo que criticó a los dirigentes de los clubes por apoyar a estos grupos al permitirles el ingresos gratis y pagar los viajes para seguir a su equipo.
La "gota que deramó el vaso" en el caso de Fred se presentó tras el intento de agresión que sufrió el sábado, al dejar la sede del club, en el barrio Laranjeiras, en la zona sur de Río, tras un entrenamiento, días después de que otro grupo de aficionados insultó a los jugadores durante una práctica por el malo desempeño del equipo.
Según el artillero, unos 20 aficionados rodearon su coche y golpearon la carrocería con una furia que los cinco vigilantes privados del club no lograron contener.
"Mi única defensa fue acelerar el automóvil, incluso corriendo el riesgo de herir a quien estuviese delante", relató el jugador, quien por poco sufre un grave accidente, ya que estuvo a punto de chocar contra un camión que circulaba por la calle y no vio.
Fred vaticinó que las barras bravas causarán "una tragedia anunciada" el próximo jueves si el Fluminense no vence al modesto Horizonte en la revancha por la Copa de Brasil, lo que causará su eliminación del torneo aun en la primera fase.
"Esta pandilla de desocupados debería reunirse para protestar por la falta de seguridad pública, educación, saneamiento básico, salud (...) No amenazar a trabajadores y a buenas personas como yo, sino a políticos comprobadamente corruptos. Así, prestarían un servicio mucho mejor a la sociedad", afirmó el capitán del Fluminense.
El delantero recordó casos recientes de personas que perdieron la vida en razón de actos de violencia de las "barras bravas", como el niño boliviano Kevin Espada, muerto el año pasado tras ser alcanzado por una bengala lanzada por aficionados del Corinthians, durante un partido jugado en Oruro por la Copa Libertadores de América.
"¿Cuántos 'Kevin' todavía tendrán que perder sus vidas? ¿Cuántos centros de entrenamiento tendrán que ser invadidos? ¿Cuántos inocentes más tendrán que ser golpeados hasta la muerte? ¿O sería que recién se tomará alguna medida más enérgica y eficaz contra estos bárbaros cuando un jugador sea golpeado?", se cuestionó.
Para el jugador, la disminución de público en los estadios "no puede ser una simple coincidencia" y enfatizó que las banderas (de los clubes) que antes tremolaban en las gradas, ahora se convirtieron "en armas en las manos de esos bandidos".
El artillero recordó que muchos clubes mantienen una "relación oscura" con esas facciones.
"Desde mi punto de vista, los integrantes de 'hinchadas' (aficionados) organizadas ni siquiera tienen derecho a quejarse cuando el equipo pierde, considerando que ni siquiera pagan su entrada, menos aún tienen derecho a agredir o amenazar a jugadores", agregó.