RIO DE JANEIRO, 24 feb (Xinhua) -- Un aficionado del club brasileño Santos murió hoy en consecuencia de una agresión que sufrió en la noche del domingo, propinada por barras bravas del Sao Paulo, horas después del clásico entre los dos equipos por el campeonato regional,que terminó empatado sin goles.
Según los medios locales, Márcio Barreto de Toledo, de 34 años, fue atacado con patadas, puñetazos y barras de hierro mientras esperaba el autobús en Jardim Aricanduva, un barrio de la zona este de la ciudad de Sao Paulo, cuando cerca de 15 hombres saltaron de dos coches y pasaron a agredir a Toledo que vestía la camisa de la "Torcida Jovem" (Hinchada Joven) del Santos.
Al parecer, había otros hinchas del Santos en el local pero lograron escapar. Barreto fue hallado aun con vida tras la paliza, y llegó a ser ingresado en un hospital de la región, donde murió en la madrugada de hoy. El aficionado tenía mujer y un hijo de solo cinco meses.
La policía de la capital paulista busca identificar a los agresores que, según testigos, son hinchas del tricolor paulista. Las únicas huellas disponibles hasta el momento son imágenes de las cameras de la Compañía de Ingeniería de Tráfico (CET).
Las imágenes fueron difundidas en el principal noticiero nocturno del país, por la red televisiva Globo y en ellas se puede ver la paliza y la fuga de los agresores en dos automóviles que salieron en direcciones contrarias.
Pese a que fue posible identificar la marca de los coches, ni las imágenes ni los testigos lograron anotar los números de las licencias.
El nuevo episodio de violencia en el fútbol brasileño ha ocurrido menos de un mes después que unos cien fanáticos de varias barra bravas del Corinthians invadieron en el centro de entrenamiento del club paulista para agredir a los jugadores por la goleada sufrida en la víspera.
La situación de terror vivida por los jugadores que tuvieron que permanecer escondidos en el vestuario ha llevado al delantero Alexandre Pato, uno de los principales blancos de la furia de la hinchada a abandonar el club, en un intercambio con el Sao Paulo.
La aparente escalada de la violencia en el fútbol local que viene ocurriendo desde el año pasado preocupa aún más puesto que faltan menos de cuatro meses para el inicio del Mundial de Brasil 2014, cuya apertura está prevista para el estadio del Corinthians, aun en construcción, que recibirá además otros cinco partidos incluido unos octavos de final y una semifinal.