La selección brasileña empató el miércoles 2-2 con su par de Chile en su primer partido en uno de los estadios que albergarán la Copa de las Confederaciones en junio y el Mundial de 2014, frustrando a los más de 53.000 hinchas que compraron boletos para seguir el partido desde las gradas del Mineirao recién inaugurado.
El zaguero Marcos González, del Flamengo brasileño, puso Chile adelante con siete minutos de juego. Brasil tardó casi 18 minutos para lograr empatar a través de Réver y llegó a estar venciendo por 2-1, durante los diez minutos entre el gol de Neymar, (54m) y la respuesta del delantero del Gremio brasileño, Eduardo Vargas, que igualó el marcador en el minuto 64.
Los anfitriones, que llegaron al partido de este miércoles con un saldo negativo en los amistosos jugados hasta ahora en la temporada, una derrota ante Inglaterra, dos empates ante Italia y Rusia y sólo una victoria ante la modesta Bolivia, siguieron demostrando que están lejos de conformar un equipo.
Pese a que el partido de hoy se disputó exclusivamente con jugadores que actúan en los clubes de ambos países, la base ha sido la misma que goleó a los bolivianos 4-0 hace dos semanas en Santa Cruz de la Sierra.
Sin embargo, lo que se vio en la cancha fueron muchos errores de pase y de marcaje de un grupo que, pese a tener jugadores con cualidades individuales superiores a la mayoría de los adversarios, no pudo demostrarlo.
Elegido capitán del "once", el veterano Ronaldinho Gaucho volvió tener una actuación bien por debajo de la que lleva al delirio los hinchas de su actual club, Atlético Mineiro, mientras que el joven delantero Neymar, considerado la principal figura del futbol nacional en el momento, repitió las deslucidas actuaciones que suele presentar con la camiseta "canarinha".
Aunque ha anotado el segundo gol de Brasil, gracias a un pase perfecto de Alexandre Pato,Neymar se perdió una oportunidad increíble frente a frente con el portero Herrera, al disparar por encima del travesaño.
A su vez, Chile, comandado por el técnico Jorge Sampaoli se mostró un equipo organizado que fue superior durante buena parte del partido.
Los visitantes empezaron a mejor y casi inauguraron el marcador a los cuatro minutos, con un tiro de Eduardo Vargas defendido por el portero brasileño Diego Cavalieri.
Tres minutos después, Marco González aprovechó el rebote de un disparo de César Cortés y calló el Mineirao al poner su equipo en ventaja.
Cavalieri impidió que Mena anotase un gol a los 13 minutos y el experimentado árbitro paraguayo, Carlos Amarilla, también ayudó a los brasileños, al ignorar un penal claro de Réver sobre Fernando Meneses en el minuto 30.
A su vez, los pupilos de Luiz Felipe Scolari lograron igualar en el minuto 24 con un cabezazo del zaguero Réver y volcaron el marcador en el minuto 54, con un gol de Neymar que le fue "regalado" por el pase de Alexandre Pato, menos de diez minutos tras ingresar en la cancha, en lugar de Leandro Damiao.
El gol devolvió la alegría a la hinchada que había abucheado la salida del equipo para la pausa, pero la felicidad duró solamente diez minutos, hasta que Vargas volvió a igualar el marcador con un tiro de pie derecho desde fuera del área .
A partir de ese entonces, el partido cayó dramáticamente de ritmo y la hinchada local, irritada con los brasileños, pasó a festejar con gritos de "olé" las jugadas de Chile. Luego, parte del público empezó a dejar el estadio mientras los que todavía seguían el partido abucheaban a la selección brasileña.
La reacción del público dejó en claro el tipo de presión que los "pentacampeones" van a sufrir durante la Copa Confederaciones que se jugará en seis ciudades brasileñas del 15 al 30 de junio y en el Mundial de 2014, que también se disputará en el país.
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