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El cuidado de los pies (2)

Al principio, ninguno de los veteranos en el oficio de la pedicura quiso enseñarla, pero Lu no se rindió, y gracias a su persistencia, un anciano finalmente accedió a entrenarla.

Lu también se inscribió en un balneario público gestionado por una empresa estatal y fue una de los primeros aprendices del sexo femenino de la época.

"Mucha gente que se burlaba de mí y me llamaban "la chica que juega con los pies apestosos", pero estos insultos me hicieron más fuerte", dice Lu.

Finalmente, después de meses de entrenamiento y práctica, Lu finalizó su aprendizaje y comenzó a trabajar por su cuenta.

Trabajando duro en el balneario, Lu perfeccionó sus habilidades y su reputación creció al curar con éxito las dolencias de pies de muchos clientes.

En 1992, Lu recibió una condecoración nacional en reconocimiento a su trabajo. De los 200 premiados, Lu, 21 años por aquella época, era la más joven.

Al recibir el premio, Lu fue invitada a la casa de Hu Ping, el ex ministro de Comercio, para que le hiciese un tratamiento en los pies.

Lu se sentía muy orgullosa de servir a un ministro, pero lo que más le emocionó a Lu fue el reconocimiento por parte del ministro de su trabajo.

"Su trabajo es muy valioso", recuerda Lu que le dijo el ministro. "Curar dolencias que incluso los médicos no pueden tratar y alivia el dolor de la gente".

Desde entonces, el nombre Lu Qin es muy conocido en la industria de la pedicura en Yangzhou.

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