Unas 50.000 personas marcharon hoy en lo que será la última marcha por la educación chilena antes de las elecciones presidenciales de noviembre, donde hicieron un llamado a los candidatos para responder a sus demandas.
Tras dos años de movilizaciones, los estudiantes chilenos han visto cómo sus demandas por una educación "pública, gratuita y de calidad para todos" es central en el debate presidencial, pero critican que las propuestas de los candidatos no sean claras respecto a las medidas que adoptarán en sus eventuales gobiernos.
Por esta razón, hicieron una última marcha antes de las elecciones del 17 de noviembre, donde reunieron a unas 50.000 personas, aunque indicaron que seguirán movilizados durante este mes y durante el próximo año, sea quien sea el nuevo presidente.
Diego Vela, vocero de los universitarios, indicó que "estamos a un mes de las elecciones presidenciales y parlamentarias, y no tenemos ninguna propuesta concreta de quiénes tienen mayor posibilidad de gobernar".
Vela agregó que "durante el resto del año seguiremos movilizados; veremos si hacemos otra marcha o no, pero fortaleceremos nuestras protestas, que son la única manera de lograr un cambio en la educación como queremos".
De hecho, el dirigente criticó que los candidatos acudan a una cumbre empresarial que se efectúa en Santiago y no respondan a sus demandas. "Sólo se dedican a buscar votos, y el próximo año tendrán que hacerse responsables de los cambios", dijo.
Por su parte, Moisés Paredes, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), dijo que las marchas son la manera más eficiente de efectuar política en la actualidad.
"Estando en las calles es la manera en que se posicionan temas en la opinión pública, así como la primera pregunta en los debates presidenciales es sobre educación, es gracias a las movilizaciones", aseguró. Paredes agregó que "no podemos permitir que la discusión sea sólo en los debates presidenciales; las organizaciones sociales también tienen que participar".
En tanto, Isabel Salgado vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), fue más radical.
"Los cambios no van a venir desde la vía institucional; estamos convencidos de que éstos vendrán desde una fuerza social transformadora, desde las bases sociales", afirmó.
"En esta marcha debemos recalcar que en el movimiento estudiantil no tenemos candidato", señaló Salgado.
Tras la marcha se vivieron algunos incidentes entre manifestantes y la policía, pero de menor gravedad y violencia comparados con otras protestas de estos dos últimos años.
Pese a las grandes marchas iniciadas en 2011, y el amplio apoyo ciudadano, el gobierno no respondió a sus demandas, lo que generó una crisis política, y significó una baja creciente de la evaluación del presidente Sebastián Piñera.
Si se atiende a las encuestas, como la que publica hoy la Universidad Diego Portales, la derecha en el gobierno perderá las próximas elecciones de manera aplastante.
La candidata oficialista tiene apenas el 14 por ciento de las preferencias, mientas todo indica que la próxima presidenta será nuevamente la opositora socialista Michelle Bachelet.
Bachelet ya fue presidenta de 2006 a 2010, y todo indica su regreso a la jefatura de Estado.
El problema es que en 2006 ella sufrió las primeras movilizaciones estudiantiles de secundaria, donde tuvo la oportunidad de solucionar este problema, pero no tuvo la voluntad política para insistir en el Congreso.
Hoy, todos los estudiantes de secundaria del año 2006 son los universitarios que encabezan estas marchas.