Las autoridades sanitarias chinas aseguraron hoy martes que por el momento no se han registrado brotes epidémicos ni emergencias de salud pública en la zona de la provincia noroccidental de Gansu afectada recientemente por un terremoto de 6,6 grados.
Según la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, más de 4.300 personas tuvieron que recibir asistencia médica tras el seísmo.
Un temblor de 6,6 grados en la escala de Richter sacudió el 22 de julio una zona ubicada entre los distritos de Minxian y Zhangxian de la ciudad de Dingxi, provocando la muerte de al menos 95 personas.
Más de 3.200 trabajadores médicos, entre ellos especialistas en prevención de epidemias, inspectores sanitarios y expertos en salud mental, están ofreciendo sus servicios en las áreas afectadas por el terremoto, de acuerdo con la comisión.
El departamento gubernamental añadió que está trabajando con el buró provincial de salud para marcar unas pautas que ayuden a las instituciones médicas locales a supervisar la calidad del agua potable y realizar las pruebas necesarias para detectar microorganismos patógenos.