El presidente estadounidense, Barack Obama, aplicó ayer lunes una extensión de un año a las actuales sanciones sobre quienes desestabilizan el Líbano.
En una carta dirigida a los líderes del Congreso, el presidente anunció que iba a prolongar la congelación de activos, la cual fue implementada por el entonces presidente George W. Bush en agosto de 2007 y cuya caducidad estaba fijada para este jueves.
"Ciertas actividades que se siguen produciendo, como la continua transferencia de armas a Hezbolá, la cual incluye sistemas armamentísticos cada vez más sofisticados, ayudan a socavar la soberanía del Líbano, contribuyen a la inestabilidad política y económica en el país, y siguen constituyendo una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos", escribió Obama.
"Por esta razón, la emergencia nacional declarada el 1 de agosto de 2007, y las medidas adoptadas entonces para abordar dicha emergencia, deben continuar en vigor a partir del 1 de agosto de 2013", añadió el presidente, y anotó que la emergencia nacional se prolongaría durante un año más.
Estados Unidos e Israel consideran a Hezbolá, un grupo militante chiíta y una fuerza política principal en el Líbano con lazos estrechos con Siria e Irán, como una organización terrorista. La Unión Europea puso en la lista negra al ala militar de la agrupación la semana pasada, principalmente debido a su involucración en el conflicto de la vecina Siria.
En su orden ejecutiva firmada seis años atrás, Bush autorizó la congelación de los activos de cualquier persona que Washington considerara culpable de socavar al gobierno del Líbano, de orientación cercana a Occidente.