La densa niebla contaminante que ha estado envolviendo Beijing, la capital de China, durante los últimos días, no se dispersará pronto, predijeron hoy lunes las autoridades ambientales locales.
A primera hora del lunes, los medidores de la polución del aire en Beijing mostraron que la densidad de las partículas en suspensión PM2,5 en algunas zonas de la ciudad alcanzó los 400 microgramos por metro cúbico, un nivel muy superior a los estándares nacionales e internacionales.
Después de que la niebla tóxica asfixiase Beijing en invierno, la ciudad disfrutaba de un aire mejor durante marzo y abril, gracias a que los fuertes vientos de primavera se llevaron los contaminantes.
No obstante, el incremento de las temperaturas ha contribuido a estabilizar la estructura atmosférica de la ciudad, por lo que no soplarán vientos en los próximos días, de acuerdo con el Centro Municipal de Monitorización Ambiental de Beijing.
La entidad ha aconsejado a los ciudadanos que permanezcan menos tiempo al aire libre y eviten labores físicas pesadas.
La niebla reducirá la visibilidad en la ciudad a menos de 3.000 metros, según el pronóstico de la Oficina Municipal de Meteorología de Beijing.