Siete personas han sido acusadas por producir presuntamente brotes de soja tóxicos en la provincia oriental china de Jiangxi, dijeron hoy viernes las autoridades locales.
Los sospechosos, todos procedentes de la ciudad de Jingdezhen, están acusados de utilizar aditivos ilegales en el proceso de producción de brotes de soja, según la fiscalía de la ciudad.
Los aditivos ayudan aparentemente a acelerar el ciclo de crecimiento de las plantas, aumentar la producción y disminuir su deterioro, pero su uso está prohibido en la producción de alimentos.
Las autoridades de la ciudad de Leping, que se encuentra bajo la administración de Jingdezhen, llevaron a cabo una redada en el taller de un productor de brotes de soja apellidado Tao en enero y confiscaron más de 500 kilogramos del producto, nueve bolsas de elementos químicos sospechosos y una de blanqueador en polvo.
La investigación del caso reveló que, desde el año pasado, Tao había producido alrededor de 10.000 kilogramos de brotes de soja procesados con hormonas y polvo blanqueador.
China se ha visto sometida a una plaga de problemas de seguridad alimentaria, y el gobierno se ha comprometido a mejorar la situación.
En su última decisión, el gobierno chino anunció la semana pasada que revisará las normativas de seguridad alimentaria y acabará con los aditivos alimentarios ilegales.
En una circular en que se establecen las tareas principales a realizar en materia de seguridad alimentaria en el año 2013, el Consejo de Estado, el gabinete de China, también se ha comprometido a mejorar la supervisión y a tomar medidas enérgicas contra el uso de aditivos alimentarios y residuos de pesticidas, así como a luchar contra otras infracciones relacionadas con la alimentación.