Los fuegos artificiales iluminaron Beijing el domingo por la noche en medio de una densa niebla tóxica para celebrar la Fiesta de los Faroles, ocasión que marca el fin de las festividades correspondientes al Año Nuevo Lunar chino y el último día de los 16 en que se lanzan cohetes.
El domingo, la densidad media de partículas PM2,5 subió a 300 microgramos por metro cúbico en algunas zonas de la ciudad desde la lectura de 200 del sábado por la noche, muy por encima del estándar nacional de 75 microgramos por metro cúbico, de acuerdo con el Centro de Monitorización Medioambiental Municipal de Beijing.
Según un comunicado de la oficina de administración de fuegos artificiales del gobierno municipal, se puso de servicio a más de un millón de personas para garantizar la seguridad en el manejo de los fuegos artificiales.
Durante los pasados 16 días, un total de 210 personas sufrieron lesiones relacionadas con el lanzamiento de fuegos artificiales, un 23 por ciento menos que el año pasado, de acuerdo con el documento, en que se añade que este año se vendieron 370.000 cajas de artilugios pirotécnicos durante el mismo período, en comparación con las 570.000 vendidas en 2012.
Este año, se permitió que los residentes locales lanzasen fuegos artificiales dentro del quinto anillo de Beijing entre el 9 de febrero, Nochevieja del Año Nuevo Lunar, y el 24 del mismo mes, Fiesta de los Faroles, en concordancia con las normas gubernamentales.