China instó hoy lunes a Japón a que cese sus palabras provocadoras después de que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, tildase a China de ser una amenaza a la seguridad regional del país que gobierna.
En una rueda de prensa diaria celebrada en Beijing, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang, respondió a los comentarios de Abe de la semana pasada.
El viernes pasado, el premier japonés dijo a la Cámara de Consejeros japonesa que China y la República Popular Democrática de Corea (RPDC) eran las principales razones para un entorno sombrío de seguridad de Japón, según los medios de comunicación nipones.
Al manifestar la ira por ese flagrante alegato del líder japonés sobre la "teoría de la amenaza de China", Qin afirmó que su país se adhiere al camino del desarrollo pacífico y persigue una política de defensa nacional de carácter defensivo.
Al contrario, las recientes acciones relacionadas con la seguridad de Japón deben ser miradas con atención, se dirigió el vocero a los periodistas.
El gobierno derechista de Abe planea revisar la Constitución pacifista de posguerra, lo que podría permitir a Japón desarrollar un ejército nacional de pleno derecho. La iniciativa ha puesto en alerta a sus vecinos debido a la memoria de la agresión japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
"La parte japonesa ha estado provocando a China una y otra vez. ¿Qué quiere hacer en realidad?", recalcó Qin.
El portavoz advirtió de que sería un error que Japón considera a China como un rival.
"Esperamos que Japón reflexione sinceramente sobre la historia, afronte la realidad, piense en el futuro y siga el camino del desarrollo pacífico, en lugar de usar a China como una excusa para sus ocultas intenciones", subrayó Qin.
"(La parte japonesa) Debe hacer más esfuerzos para fortalecer la confianza mutua con sus vecinos y promover la paz y la estabilidad en la región", concluyó el vocero.