El Banco Central de Chipre destituyó hoy a toda la Junta de Gobierno y al vicepresidente ejecutivo del Banco de Chipre (BCh), que es parte central de un paquete de rescate económico para el país mediterráneo.
El acuerdo de rescate económico aprobado el domingo por el Eurogrupo señala que el BCh tomará buena parte del Banco Popular de Chipre (Laiki) junto con una deuda de 9.200 millones de euros resultado del apoyo de liquidez de emergencia para Laiki por parte del Banco Central Europeo.
La destitución de la Junta de Gobierno del BCh ocurre 24 horas antes de que los bancos en Chipre reabran el jueves luego de un descanso bancario forzado de 10 días que ha desecado la economía y paralizó el mercado.
Hay preocupación de que haya una fuga de depósitos cuando los bancos reabran a pesar de los controles que serán anuncidos al final del día.
El ministro de Finanzas, Michael Sarris, señaló que los límites sobre transacciones bancarias estarán dentro de los márgenes razonables y permanecerán solamente por un período breve. Indicó que el objetivo es evitar que grandes montos de dinero salgan de Chipre.
Se ha informado que el Banco Central nombró un administrador del banco para supervisar la fusión con el Laiki, lo cual cuasó una manifestación de protesta de varios cientos de empleados del BCh el martes. Los trabajadores se reunieron en el exterior de las oficinas centrales del Banco Central y exigieron la inmediata renuncia de su gobernador, Panicos Demetriades.
El presidente de la Junta de Gobierno del BCh, Andreas Artemis, y cuatro miembros de la misma renunciaron en protesta por el nombramiento de un administrador en el Banco, pero sus renuncias no fueron aceptadas por la Junta de Gobierno.
La televisión estatal citó fuentes informadas diciendo que hubo una desavenencia entre el gobierno y el gobernador del Banco Central, en la que el gobierno expresó enojo por la manera en la que Demetriades manejó la crisis.
El Eurogrupo decidió aprobar el rescate económico por 10.000 millones de euros pero demandó fuertes medidas, incluyendo un reajuste radical y la reestructuración del sistema bancario, que deberán efectuarse antes de la firma final del acuerdo y del desembolso de cualquier ayuda para el país.