Un creciente número de compañías chinas ha empezado a elegir al mercado de Estados Unidos como un lugar en el desearían tener operaciones, lo que representa nuevos empleos para los estadounidenses, señaló hoy un grupo estadounidense especializado.
El Consejo de Negocios Estados Unidos-China (USCBC, por sus siglas en inglés) indicó en el reporte, titulado "China y la Economía de Estados Unidos: Impulso a una agenda comercial ganadora", que la inversión china es parte crucial de la economía de Estados Unidos, pero que aún es baja comparada con las inversiones de otras compañías extranjeras.
De acuerdo con el Rhodium Group, las compañías chinas invirtieron 6.500 millones de dólares en Estados Unidos en 2012. Las compañías británicas, por otra parte, invirtieron 44.200 millones de dólares en el 2011, las compañías alemanas invirtieron casi 216.000 millones de dólares y las compañías holandesas invirtieron más de 240.000 millones de dólares, según datos del gobierno de Estados Unidos.
La principal asociación comercial de Estados Unidos para las compañías estadounidenses que hacen negocios con China recomendó en un plan de acción que la parte estadounidense debe establecer pautas más transparentes y claras en torno a las preocupaciones de seguridad nacional derivadas de la inversión china en Estados Unidos, para despolitizar el proceso de revisión de inversiones y reducir la incertidumbre para los inversionistas chinos.
La USCBC, conformada por cerca de 240 compañías estadounidenses, hizo mucho énfasis en la relación Estados Unidos-China y la definió como un asunto global estratégico para Estados Unidos.
El informe también sugiere a los políticos estadounidenses prestar atención a los temas que realmente importan en lugar de concentrarse en el asunto de la moneda. "Algunos legisladores del Capitolio se han enfocado exclusivamente en el valor del yuan, a pesar del hecho de que se ha apreciado más de 30 por ciento respecto del dólar desde 2005", dijo el presidente de USCBC, John Frisbie.
El informe, que aborda 10 temas para ayudar a los estadounidenses a lograr una mejor comprensión de China, llega como una herramientas para impulsar el sentido común y echar por tierra numerosos mitos y creencias convencionales que tradicionalmente influyen en la forma de entender la relación comercial Estados Unidos-China.