BEIJING, 3 dic (Xinhua) -- Los precios de las nuevas viviendas en las principales ciudades chinas continuaron subiendo en noviembre, lo que apunta a un calentamiento del mercado inmobiliario favorecido por las medidas adoptadas por el gobierno para impulsar el crecimiento económico.
Según datos publicados hoy lunes por Academia de Índices de China, una institución dedicada a la investigación del sector residencial, el precio medio de las nuevas viviendas en 100 ciudades chinas llegó a 8.791 yuanes (1.397 dólares) por metro cuadrado en noviembre, con un aumento del 0,26 por ciento en comparación con el mes anterior.
La tasa de crecimiento, superior a la del 0,17 por ciento registrada en octubre, marcó el sexto mes consecutivo de recuperación sobre una base intermensual.
En términos más precisos, los precios de las nuevas viviendas subieron en 60 ciudades, bajaron en 38 y se mantuvieron estables en dos en comparación con los datos de octubre.
El precio medio de las nuevas viviendas en 100 ciudades, que se considera más preciso a la hora de determinar las condiciones del mercado, subió un 0,85 por ciento intermensual en noviembre hasta alcanzar los 5.900 yuanes por metro cuadrados.
Sin embargo, sobre una base interanual, los precios cayeron un 0,46 por ciento en noviembre en lo que fue el octavo mes consecutivo de disminución. La reducción fue inferior a la del un por ciento registrada en octubre.
Los precios de las nuevas viviendas en 10 ciudades de primer nivel, entre ellas Beijing y Shanghai, aumentaron en 0,39 puntos porcentuales en noviembre respecto al mes anterior y se situaron en 15.686 yuanes por metro cuadrado. Sobre una base interanual, los precios en estas ciudades registraron una subida del 0,15 por ciento, el primer aumento de 2012.
El calentamiento del mercado inmobiliario se produjo después de que el banco central recortara las tasas de interés y la cuota de reservas de los bancos en dos ocasiones para estimular el desarrollo económico a principios de este año.
El gobierno chino ha reiterado su firme postura sobre el control del mercado inmobiliario y se ha comprometido a continuar aplicando medidas como la prohibición de adquirir una tercera vivienda y el cobro de impuestos de propiedad, introducidos a modo de prueba en 2010.