Uno de los conductores de autobús chinos involucrados aquí en una reciente huelga fue sentenciado a seis semanas de prisión, mientras que otros cuatro se presentarán a juicio el jueves.
Otros 29 conductores fueron deportados a China el domingo.
Unos 171 conductores de autobús chinos se ausentaron de sus puestos de trabajo el pasado 26 de noviembre en protesta por los desiguales aumentos de salario y supuesta discriminación por parte del operador de transporte público local SMRT, en tanto 88 de ellos tampoco regresaron al trabajo un día después.
Bao Fengshan, quien no estuvo representado por un abogado, fue declarado culpable por su rol en la singular huelga del lunes pasado. La acusación pidió al tribunal una condena de seis semanas de prisión por considerar que Bao no fue "un simple participante pasivo" (en la huelga), así como por su poca disposición a cooperar.
Los restantes cuatro conductores arrestados enfrentan cargos por instigar una huelga ilegal. Uno de ellos, He Junling, está acusado además de incitar una huelga ilegal a través de mensajes colgados en internet.
De ser declarados culpables, los conductores enfrentarán multas de hasta 2.000 dólares singapurenses (1.639 dólares estadounidenses) o una pena máxima de cárcel de hasta 12 meses, o ambas incluidas.
El gobierno de Singapur ha reiterado su política de "tolerancia cero a las huelgas ilegales", y el ministro intgerino de Recursos Humanos, Tan Chuan-Jin, calificó las acciones de los conductores de huelga ilegal inmediatamente después del incidente.