NACIONES UNIDAS, 20 feb (Xinhua) -- La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) reanudó la distribución de alimentos a los refugiados palestinos en Yarmouk, en el sur de Damasco, capital de Siria, luego de una interrupción de 11 días, dijo hoy un vocero de la ONU en la sede de la organización.
La UNRWA había sido obligada a suspender la distribución de alimentos y otras provisiones esenciales a los civiles en el campamento de Yarmouk desde el 8 de febrero cuando estallaron los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales en este distrito controlado por los rebeldes.
La agencia dio la bienvenida al acuerdo alcanzado el miércoles entre varias partes, el cual creó las condiciones para la reanudación de su labor humanitaria en Yarmouk, dijo el vocero de la ONU, Martin Nesirky, en la conferencia de prensa diaria.
La UNRWA "espera que los acontecimientos positivos en Yarmouk puedan dar impulso al diálogo pacífico entre todas las partes de modo que pueda haber acceso humanitario a todos los civiles en Siria", agregó el vocero.
De conformidad con el acuerdo logrado en diciembre del año pasado, la agencia de la ONU comenzó a distribuir ayuda el 18 de enero y hasta ahora ha entregado más de 6.500 paquetes alimentarios y otras provisiones a los civiles, señaló Nesirky.
Sin embargo, la labor humanitaria fue interrumpida debido a los nuevos enfrentamientos entre las fuerzas rebeldes y las tropas gubernamentales, lo que obligó a la agencia a suspender de forma temporal sus actividades y atrapó a miles de refugiados palestinos en el campamento.
La UNRWA reiteró el lunes su llamado para permitir la entrada de alimentos, medicamentos y otro tipo de asistencia humanitaria requerida con desesperación por los civiles afectados por la guerra.
Antes del conflicto armado en Siria, el cual inició en marzo de 2011, Yarmouk, un suburbio del sur de Damasco, era hogar de más de 160.000 refugiados palestinos. Desde diciembre de 2012, los enfrentamientos han provocado que al menos 140.000 refugiados palestinos huyan de sus hogares en Yarmouk, una región controlada por los rebeldes y cuya periferia está bajo control de las fuerzas gubernamentales.