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AIEA: TEPCO podría considerar descargar agua contaminada al mar |
TOKIO, 4 dic (Xinhua) -- El director de la misión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en Japón, que vigila el proceso de desmantelamiento de la estación de energía nuclear Daiichi de Fukushima, señaló hoy que el agua contaminada descargada al Océano Pacífico podría ser una opción para el operador de la planta.
La compañía en dificultades, Tokyo Electric Power Company (Tepco), que posee y opera la planta afectada que sufrió múltiples fugas radioactivas luego del tsunami provocado por terremoto que dañó las importantes funciones de enfriamento de la planta en marzo de 2011, está esforzándose por contener el flujo masivo del agua contaminada diariamente y debe sopesar los riesgos del exceso de agua radioactiva vertida en el Océano Pacífico.
Al señalar que el agua subterránea que fluye al complejo y sus edificios de reactores está añadiendo problemas a Tepco para almacenar el agua contaminada en tanques de almacenamiento improvisados, algunos de los cuales comienzan a tener fugas, causando que los materiales radioactivos sean liberados al mar, Juan Carlos Lentijo, jefe de la misión de la AIEA en Japón, expresó la idea de liberar el agua radioactiva al océano.
"La descarga controlada es una práctica regular en todas las instalaciones nucleares del mundo. Y lo que tratamos de decir aquí es que hay que considerar esto como una de las opciones para contribuir a un buen equilibrio de los riesgos y estabilizar la instalación para el largo plazo", dijo hoy Lentijo en una conferencia de prensa en Tokio.
El jefe de misión agregó que Tepco debe analizar los efectos dañinos posibles de descargar agua tóxica frente a los riesgos totales involucrados en todo el proceso de la labor de desmantelamiento.
Lentijo hizo las declaraciones al final de la revisión de 10 días de la misión sobre el progreso y planes de Japón para desmantelar los reactores dañados en el complejo de Daiichi y sus sentimientos hicieron eco de los reguladores aquí.
Shunichi Tanaka, presidente de la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón, dijo en una conferencia de prensa el martes que el agua contaminada en el sitio continuará ofreciendo uno de los principales obstáculos para el proceso de desmantelamiento, que también incluye el uso de gruas controladas de forma remota para retirar el combustible fundido de los tanques en algunos de los reactores dañados, donde los niveles de radiación son muy altos, en un proceso potencialmente cataclísmico.
Antes de la llegada de la AIEA en su segunda misión aquí relacionada con el desmantelamiento de reactores, Tepco empezó la peligrosa operación para eliminar más de 1.000 montajes de combustible de la reserva de combustible gastado dentro del edificio del reactor dañado No. 4.
"No se puede mantener almacenada el agua para siempre. Hemos tomado la elección comparando todos los riesgos que involucra", dijo Tanaka de la actual y futura estación en la instalación nuclear ubicada a 240 km al noreste de Tokio.
Sin embargo, mientras Tepco incrementa el número de tanques de almacenamiento a la vez que lucha por contener el agua radiactiva en su complejo, elimina montajes de combustible altamente volátiles y trabaja para reducir los niveles de contaminación en los desechos, dijo Tanaka subrayando el hecho de que aunque el agua altamente radiactiva puede ser descontaminada en unos siete años, la cantidad de agua que contiene tritio seguirá aumentando, hasta llegar a 700.000 toneladas en dos años.
El tritio es internacionalmente clasificado como uno de los materiales nucleares menos peligrosos, pero los expertos nucleares han indicado reiteradamente que el radionucleido aún es significativamente peligroso por su radiación cuando es inhalado, ingerido a través de alimentos o de agua, o absorbido a través de la piel.
Por ello, pescadores locales, industrias y organismos pesqueros en el área de Fukushima y más al noreste de Japón, se han mostrado reticentes a la idea de vertir el agua tóxica al mar, indpendientemente de los niveles de radiactividad.
Señalaron en un comunciado conjunto emitido hoy que la imagen de la industria de alimentos de Japón ya ha resultado bastante afectada por el desastre nuclear y que los mercados extranjeros prohiben las importaciones, y la actual idea de descargar el agua radiactiva en el Pacífico solamente servirá para empañar más la imagen y dañar el mercado de exportaciones de alimentos del mar japoneses.
Sin embargo, la misión de la AIEA concluyó en su revisión del proceso de desmantelamiento y de la empresa, así como de los planes del gobierno, que cualquier descarga de agua radiactiva debe cumplir las directrices de seguridad, y que Tepco estará obligado a presentar evaluaciones de la seguiridad y del impacto ambiental que deberán ser revisados por organismos reguladores del Estado e independientes, antes de que cualquier agua tóxica sea vertida en el Océano Pacífico.