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| ¿Por qué algunas penas de prisión son imposiblemente largas? |
(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- Bradley Manning enfrenta hasta 136 años detrás de las rejas, tras ser declarado culpable de 20 cargos relacionados con la mayor divulgación de documentos secretos del gobierno estadounidense en la historia. “Entonces, ¿cuál es el punto de extender la pena de prisión más allá del tiempo de vida de una persona?” Se pregunta Tom Geoghegan.
Condenar a alguien no es sólo determinar cuánto tiempo pasará una persona detrás de las rejas, pues también tiene una función simbólica y teatral, dice Franklin Zimring, un profesor de derecho de la Universidad de California.
“Al condenar a Bernie Madoff (a 150 años por fraude), lo que el juez le quiere decir es: eres una persona realmente mala. Y para lograr este propósito, el número de años puede ser infinitamente elástico”
¿Qué tanto juega la acusación simbólica una parte? Puede depender de muchas cosas, tales como la cobertura periodística o la naturaleza del crimen, pero la tensión entre estas dos funciones radicalmente diferentes – la simbólica y la práctica- es una característica de los sistemas judiciales modernos, dice, y no es sólo en Estados Unidos. En España hubo un famoso caso en el cual un defraudador recibió una condena de 2,000 años.
La libertad condicional significa que la sentencia puede ser ajustada en una fecha posterior. Pero, ha sido eliminada de la pena de prisión perpetua en muchas partes del país.
La mayoría de los procesos penales en Estados Unidos son llevados por el estado, así que puede haber grandes variaciones en las sentencias. A los jueces los restringe un rango legal pero, dependiendo del crimen, esa limitación puede ser muy amplia o carecer totalmente de una sentencia máxima.
Un fraude cometido contra una persona puede involucrar múltiples crímenes, como declaraciones falsas, fraude electrónico y robo, así que las sentencias consecutivas para cada cargo se pueden apilar rápidamente. Lo mismo sucede en los crímenes relacionados con las computadoras, como la pornografía infantil, porque cada imagen puede constituir un cargo por separado. Es más probable que los delitos menores se paguen con sentencias concurrentes.
Para las víctimas crímenes y sus seres queridos no existe ningún problema por las condenas muy largas. En realidad, una sentencia que aumenta con cada acusación es una forma de decirle a cada víctima que es importante.
El secuestrador y violador de Cleveland, Ariel Castro, está por empezar una condena de 1,000 años. No podrá ser liberado sino hasta 3013, en un acuerdo que le valió escapar a la pena de muerte.
Algunas condenas tan largas, como la de él, son una alternativa para la pena de muerte. Dudley Wayne Kyzer está purgando dos cadenas perpetuas, más 10,000 años por un triple homicidio que cometió en 1970. Tras cuatro años en el pasillo de la muerte, recibió un segundo juicio, pues en aquél entonces, la pena de muerte se consideraba inconstitucional en Alabama.
Tommy Smith era el fiscal asistente del condado de Tuscaloosa cuando logró persuadir al juez para que impusiera una larga condena como una alternativa. “El jurado envió un mensaje. No lo quieren libre” dijo. A Kyezer se le ha negado la libertad condicional nueve veces.
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