El juez Adli Mansour fue investido ayer jueves presidente interino de Egipto, un día después de que el ejército destituyera a Mohamed Morsi.
Poco antes de asumir el cargo, Mansour fue juramentado como jefe del Tribunal Supremo Constitucional del país.
"La decisión de asignarme como presidente interino viene de la única fuente de poder en Egipto, que no es otra que el gran pueblo egipcio", dijo Mansour en un discurso después de asumir el cargo.
"Ahora, esperamos celebrar unas elecciones parlamentarias y presidenciales verdaderamente transparentes", subrayó.
El ejército derrocó al presidente afiliado a la Hermandad Musulmana, Mohamed Morsi, el miércoles para el júbilo de millones de manifestantes contrarios al gobierno, quienes habían estado celebrando protestas en todo el país durante una semana en las que acusaban a Morsi de haber llegado al poder de forma ilegítima.
El ejército también ha establecido una hoja de ruta para el período de transición, incluida la formación de un gobierno nacional con poderes ampliados, la suspensión de la Constitución actual y la formación de una comisión para preparar enmiendas constitucionales.
El ministro de Defensa, Abdel-Fattah al-Sisi, dijo a la nación que "malgastar más tiempo conducirá a mayor división y conflicto", y que el pueblo ya ha sufrido suficiente en los conflictos.
Morsi se encuentra supuestamente bajo arresto domiciliario en el Club de la Guardia Republicana. Los generales no han revelado apenas información sobre su paradero o su situación, mientras que el fiscal general ha impuesto una prohibición de viaje sobre él y otros 35 importantes miembros de la Hermandad Musulmana para investigaciones sobre el asesinato de manifestantes contra Morsi.
Por otro lado, en un gesto inesperado, el ejército arrestó el jueves al líder máximo de la Hermandad, Mohamed Badei, en medio de una campaña contra la Hermandad, por cargos de incitación al asesinato de manifestantes contra Morsi.
La orden también incluye al vice de Badei, Kirate El-Shater.
Las investigaciones han revelado que contrataron a matones para asesinar a oponentes de Morsi en las inmediaciones de la sede de la Hermandad en el distrito de Muqattam en El Cairo, según un informe del fiscal.
En la misma jornada del jueves, el ejército dijo que evitaría adoptar medidas excepcionales contra cualquier grupo político o partido del país.
Tras reconocer que el país está atravesando una "fase delicada", el ejército indicó en un comunicado de prensa que está luchando por alcanzar "las esperanzas de los egipcios resumidas en libertad, dignidad, fraternidad, igualdad, justicia y paz".
También exigió que se evitaran los ataques de venganza contra grupos específicos.
El llamamiento se produjo después de que las fuerzas islamistas egipcias convocaran manifestaciones a favor de Morsi en todo el país el viernes para expresar "su rechazo al golpe militar".
A pesar de que los organizadores de las protestas pidieron a los partidarios de Morsi que fueran pacíficos, se teme que se produzcan aún más enfrentamientos violentos. Las confrontaciones entre opositores y partidarios de Morsi ya han dejado al menos cuatro muertos y decenas de heridos en Sharaqiaya, la ciudad natal de Morsi, este jueves.
El jueves continuaba habiendo una gran presencia de las fuerzas de seguridad. Los tanques todavía formaban filas en las calles. No obstante, los reporteros de Xinhua, que el día anterior habían sido parados por guardias en varios puestos de control, sintieron mayor libertad para caminar por la ciudad.
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