Hasta este jueves por la mañana se ha elevado a 23 la cifra de víctimas en un atentado suicida contra una procesión musulmana chií perpetrado el miércoles por la noche en la ciudad de Rawalpindi, en el norte de Pakistán, que además ha causado otros 53 heridos, informó la prensa local.
El ataque se produjo a las 23:33 hora local cuando un atacante suicida se inmoló en un desfile chií en la zona de Misrial en Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad, capital del país.
Citando a fuentes del hospital, el canal de televisión local en urdu, Dunya, informó de que tres personas murieron por sus heridas en el hospital el jueves por la mañana, aumentando a 23 el número de víctimas mortales.
Maulana Ameen Shaheedi, líder de la organización chií de Punjab, y otros testigos, indicaron que la policía no había proporcionado la seguridad adecuada a la procesión, lo que permitió que el atacante suicida se colara en el desfile.
Agregaron que sólo algunos agentes de la policía fueron desplegados, y que éstos huyeron de la escena después de la explosión.
No obsatante, Azhar Hameed, jefe de la policía de la ciudad, negó la acusación, alegando que el atacante se inmoló cuando un policía lo detuvo en un punto de control de seguridad.
Los artificieros señalaron que el atacante llevaba entre cinco y seis kilos de material explosivo en su chaqueta.
El grupo talibán ha reivindicado el ataque.