SANTIAGO, 14 abr (Xinhua) -- Mientras bomberos y brigadistas intentaban hoy apagar el incendio iniciado el sábado en la ciudad de Valparaíso, expertos responsabilizaron de la tragedia al Estado chileno y a los sucesivos gobiernos municipales de esa ciudad.
La historia de la ciudad-puerto de Valparaíso, declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio de la Humanidad en 2003, está marcada por terremotos, inundaciones e incendios desde que en el siglo XVI comenzó a ser poblada por los colonizadores españoles.
El nuevo incendio que se desató el sábado pasado "es resultado de una completa irresponsabilidad que se ha ido acumulando con el paso de los años", comentó este lunes el presidente del Colegio de Arquitectos de Chile, Sebastián Gray.
A juicio del arquitecto, una de las causas del siniestro es que "el Estado abandonó a su suerte a los municipios, por lo que los más pobres no tienen recursos para enfrentar las catástrofes".
Responsabilizó también a las autoridades municipales de Valparaíso del siniestro.
"Por muchos años (el municipio) no previó ni tomó las acciones necesarias para prevenir y evitar la propagación de un incendio, y tampoco (anticipó) las condiciones para actuar de forma rápida cuando éste ya está desatado", expuso Gray.
Valparaíso ha visto poblarse sus cerros y formarse un inmenso anfiteatro que tiene como escenario el mar y la misma ciudad, donde cada 31 de diciembre se producen los mayores y relucientes fuegos artificiales de América Latina para esperar el Año Nuevo.
Su singular arquitectura se inserta en una reducida extensión de terreno plano rodeado por un "paréntesis" o "herradura" de cerros que le confieren un pintoresco aspecto de anfiteatro natural.
Allí viven unos 300.000 chilenos, cuyas viviendas, en su mayoría, aparecen "colgadas" de los numerosos cerros que circundan la ciudad, elogiada por el poeta y premio Nobel de Literatura, el chileno Pablo Neruda, cuya antigua casa es un museo local.
Hasta ahora no se ha definido si el fuego fue intencional, como ha ocurrido antes, o producto de una chispa eléctrica o de la sequía siempre presente en esa época.
El saldo preliminar del incendio indica que ha habido al menos 13 muertos, más de 2.000 viviendas arrasadas y más de 10.000 damnificados.
Gray recordó que desde hace más de 40 años Valparaíso ha crecido sin control, y responsabilizó a las autoridades locales de no contar con planes de contingencia adecuados y de "autorizar construcciones que no cuentan con un buen diseño".
"El ancho de las calles y el diseño público en general ha quedado al arbitrio de los habitantes del puerto, pariendo una geografía caótica que no aguanta a los vehículos de emergencia (que acuden a socorrer a los habitantes)", señaló el experto.
"Tiene que pasar una desgracia tan gigantesca como este incendio para que el Estado de Chile dé un salto hacia el futuro y se plantee las cosas de una manera distinta de como las venía haciendo por décadas", expuso.
No obstante, expresó su esperanza de que, como ha ocurrido con cada terremoto en el país sudamericano, que obligó a perfeccionar las normas de construcción, se tomen en consideración nuevas reglas para prevenir o combatir casos de incendios.
"Es posible que con este enorme desastre se les exija a los municipios la debida previsión y se pongan a disposición de los municipios pobres los recursos necesarios para generar las normas de construcción", agregó el especialista.
El presidente del Colegio de Arquitectos de Chile dijo que en su país "se deja la suerte de las ciudades a sus municipios (autoridades municipales) . Son ellos los que hacen los planes reguladores. Si el municipio no tiene capacidad logística, o capacidad ideológica cultural para hacer un buen plan regulador, éste será malo".
"En el caso de Valparaíso es tan malo, que le siguen construyendo torres de 20 pisos. Y eso es culpa del plan regulador, del municipio", subrayó.
Para el experto en Gestión de Emergencias, Michel de L'Herbe, en Valparaíso se incrementa el riesgo de una tragedia como la desatada el sábado, porque "la autoridad municipal, desde hace décadas, ha permitido la ocupación de terrenos donde está normado que no puede haber construcciones".
Dijo que en Valparaíso hay construcciones en quebradas que no están debidamente urbanizadas ni preparadas para enfrentar incendios, debido a que no hay grifos o accesos al agua para sofocarlos.
"Es un tema que ocurre a vista y paciencia de la autoridad y lo complejo es que la autoridad hace caso omiso y eso es algo que se ha transformado en costumbre en la planificación territorial (en el municipio", explicó.
De L'Herbe instó a los alcaldes de la región a evitar que las personas se instalen en zonas de riesgo.
No obstante, admitió que un alcalde que se encuentra con asentamientos en zonas de riesgo que llevan 20 años o más no está dispuesto a sacar a esas personas de ahí, pese a que se trata de su seguridad.
La ministra de Vivienda, Paulina Saball, dijo este lunes que en Valparaíso se permite construir casas en zonas de riesgo, sin embargo recalcó que "se puede regular de una mejor forma la ciudad y plantear exigencias que sean más pertinentes".
"Esta es una ciudad que tiene sus características y lo que nos corresponde es asumirlas y plantear estrategias que permitan generar seguridad y calidad dentro de su realidad", agregó Saball al anunciar que la estrategia de reconstrucción en Valparaíso que comenzará próximamente.
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