Por Francisco Plata Valencia
BOGOTA, 31 mar (Xinhua) -- La destitución que firmó hace 12 días el presidente colombiano Juan Manuel Santos, de derecha, para remover de su cargo al alcalde de Bogotá, el ex guerrillero Gustavo Petro, generó polémica en el país sudamericano.
Analistas consultados hoy por Xinhua no descartan que la jugada efectuada por el jefe de Estado tenga como único fin ganar votos para su reelección.
Inicialmente, la Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó por 15 años a Petro en diciembre de 2013, tras considerar que el burgomaestre realizó un mal manejo al implementar un nuevo esquema de basuras en la ciudad durante varios días a finales de 2012.
El pasado 20 de marzo, Santos nombró al ministro de Trabajo, Rafael Pardo, como nuevo alcalde encargado de la capital colombiana, hasta que el partido de Petro presente al presidente a un grupo de tres candidatos para elegir uno que lo reemplace.
Posteriormente, se esperan elecciones cuando concluya el período del burgomaestre.
La decisión de Santos fue tomada tras conocer que el Consejo de Estado revocó las 23 tutelas (recurso judicial que protege los derechos fundamentales) que tenían suspendido el fallo de destitución e inhabilidad contra el alcalde bogotano, emitido el pasado 9 de diciembre por el procurador Alejandro Ordóñez.
El politólogo de la privada Universidad Javeriana Fernando Giraldo aseguró que Santos entró en un dilema, pues tuvo que escoger entre acatar una medida cautelar a favor de Petro, que había emitido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), o desacatarla, que fue lo que hizo el jefe de Estado.
"Sin duda en este marco hay una directa relación que está conectada con la elección presidencial (...) Las medidas que tomó el alcalde encargado reflejan como si hubiera un interés político en asumir la alcaldía y aprovechar ese situación para la elección presidencial", dijo Giraldo a Xinhua.
El analista político recordó que una vez que asumió Pardo sus funciones, el jefe de Estado anunció un ambicioso desembolso de recursos para proyectos de infraestructura, salud, movilidad y seguridad.
"El presidente, igualmente, tomó la decisión con base en el estado de ánimo de las personas. Tomó la decisión de destituir al alcalde pensado en qué le daba más (votos), si mantenerlo o destituirlo. Creo que lo destituyó pensado que los votos que le producía esa situación deben ser más que los que perdería al mantenerlo. Es una cuestión de suma y resta", declaró.
Giraldo aseveró que el mandatario está asegurando los votos que hay en el electorado de izquierda, pues muchos de ellos votarán por Santos para mantener el proceso de paz que inició su gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en un intento por poner fin a un conflicto armado interno de 50 años.
Por su lado, Pedro Villamizar, analista político independiente, consideró que la decisión de Santos de no acatar las medidas cautelares de la CIDH podrán al país en apuros con ese organismo, pues es la primera vez que un gobierno no acata una decisión de ese tipo.
"El presidente Santos si firmó la destitución de Petro en momentos en que estamos a dos meses de las elecciones presidenciales, no fue casualidad que lo realizara en este momento.
"Además, las medidas que anunció cuatro días después de posesionar a Pardo son un ejemplo claro, ya que para desembolsar recursos millonarios o reforzar la Policía no se hace de la noche a la mañana", declaró Villamizar en diálogo telefónico con Xinhua.
La destitución e inhabilidad de Petro generó gran controversia al interior del país sudamericano y en el exterior, pues para muchas personas el tiempo de inhabilidad para ocupar cargos públicos era demasiado.
"Santos tiene muchas posibilidades de ganar buena parte del electorado que estaba en contra de Petro, ya que éste generó controversia entre la ciudadanía por algunas de sus medidas. Además, si muchas personas firmaron para que se realizara una revocatoria, significaba que Petro bastantes contradictores de su administración. Santos buscará que ellos voten por él", explicó.
Las elecciones presidenciales se realizarán en mayo próximo en Colombia, y una segunda vuelta eventualmente se efectuaría un mes después. Todas las encuestas lo dan como favorito para ser reelegido como jefe de Estado.