SANTIAGO, 31 mar (Xinhua) -- La presidenta chilena Michelle Bachelet firmó en el Palacio de La Moneda, sede de gobierno, el proyecto de reforma tributaria, el cual envió al Congreso.
Se trata de una de las principales propuestas de su programa de gobierno que busca contar con más 8,200 millones de dólares cada año.
Esa cifra se convertirá en un aporte adicional al presupuesto del país y se destinará principalmente a financiar la reforma a la educación y otros proyectos sociales.
La idea en la iniciativa de reforma presentada por el gobierno es que las grandes empresas y los más ricos paguen más impuestos para reducir la desigualdad en el país.
"La reforma tributaria no va a frenar el crecimiento económico", dijo Bachelet al explicar que la medida "está en línea con las prácticas usadas por años en los países desarrollados de la Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), a la cual pertenece Chile.
Legisladores de la oposición derechista expresaron su desacuerdo con esta reforma "estrella" del gobierno, pero en el congreso Bachelet cuenta con la mayoría suficiente para que sea aprobada.
"La meta de recaudación de esta reforma tributaria será de 3 puntos del PIB (producto interno bruto). Esta se logrará con cambios en la estructura tributaria que aportará un 2,5 del PIB, un 0,5 (por ciento) provendrá de medidas para reducir la evasión y la elusión", apuntó la mandataria.
Esta reforma tiene cuatro objetivos claves, el primero es aumentar la carga tributaria para financiar con ingresos permanentes gastos permanentes, con el fin de financiar el actual déficit fiscal.
El segundo es mejorar la distribución del ingreso, por la vía de la equidad tributaria.
El tercero son nuevos y mejores mecanismos de incentivos al ahorro y la inversión y el cuarto objetivo es disminuir la elusión y la evasión, explicó Bachelet.
Entre las medidas de la reforma están el aumento gradual de los impuestos a empresas, para pasar del 20 por ciento actual a 25 por ciento, y terminar, a partir de 2018, con el Fondo de Utilidades Transables (FUT) que facilita la elusión.
También se propone reducir la tasa de 40 a 35 por ciento para las personas e incorpor una reducción de carga tributaria a autoridades políticas y de gobierno.
"No vamos a legislar para subirnos los sueldos nosotros mismos", enfatizó Bachelet.
"Es posible lograr un crecimiento económico sostenido a la par con avanzar en reducir las brechas de ingresos entre los sectores más ricos con los más pobres. Este es el tipo de desarrollo que queremos para Chile", sostuvo.
La presidenta explicó que se trata de una de las reformas más importantes de su gobierno, junto a la reforma educacional y una nueva Constitución, con lo cual se busca impulsar las transformaciones que conduzcan a un mejor país para todos, agregó.
Bachelet recordó que el sistema tributario es uno de los principales instrumentos que tiene "el Estado de Chile para impulsar aquellas condiciones que requieren el desarrollo de una democracia, equidad, cohesión, justicia social y creación de riqueza".
"La reforma tributaria nos permitirá avanzar en solidaridad social, los que más tienen deben contribuir para que podamos apoyar y promover a los más vulnerables. Porque sólo una sociedad que distribuye con justicia sus cargas y apoyo puede ser una sociedad cohesionada y con estabilidad social y económica", indicó.
La presidenta de Chile hizo hincapié en que "sin reglas claras y estables la incertidumbre puede frenar la creatividad y el emprendimiento. Por eso he enviado este proyecto de ley de reforma en los primeros días de mi gobierno, para que exista claridad en las reglas con que todos vamos a trabajar en Chile".
"Es posible lograr un crecimiento económico sostenido a la par con avanzar en reducir las brechas de ingresos entre los sectores más ricos con los más pobres. Este es el tipo de desarrollo que queremos para Chile", subrayó la mandataria.
"Esta reforma no va a frenar el crecimiento económico. Y es por la enorme significación que esta reforma tiene para Chile que firmamos este proyecto, largamente madurado y serio", concluyó.
Por su parte, los legisladores opositores de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Hernán Larraín y Javier Macaya, expresaron este lunes en declaraciones a la prensa local su desacuerdo con la reforma tributaria, al señalar que ésta puede amenazar el futuro crecimiento económico.
Insistieron en que la medida puede generar que el país se restrinja en lugar de expandirse y que puede afectar a las pequeñas y medianas empresas y también limitar la inversión en el país.
Según Larraín, recaudar cada año más de 8,000 millones de dólares puede ser "demasiado", al proponer que se llegue sólo a 1,000 millone de dólares.
"Hay que buscar un punto de equilibrio porque al país le conviene ir manteniendo su crecimiento económico, su inversión y sobre todo generando empleo", enfatizó.
Por su lado Macaya indicó que esta reforma tributaria afectará al crecimiento económico, especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
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