SANTO DOMINGO, 28 ene (Xinhua) -- El diálogo lanzando la semana pasada en Haití para superar una crisis política continuaba hoy en Puerto Príncipe mientras los principales partidos empezaban a mover sus fichas de cara a un nuevo escenario político tras el inicio de las negociaciones y la realización de comicios parciales este año.
Representantes del gobierno del presidente Michel Martelly, del Congreso haitiano y de algunas organizaciones políticas volvieron a reunirse por tercera ocasión para discutir la metodología que será adoptada para llegar a un consenso para superar la actual situación.
La Conferencia Episcopal Haitiana (CEH), mediadora del diálogo, presentó un protocolo que servirá de base para las conversaciones "con miras a llegar a un acuerdo político sobre la gobernanza democrática, la organización de unas elecciones creíbles, la cuestión de la reforma constitucional, y la consolidación de instituciones democráticas basadas en el principio de separación de poderes".
El primer acercamiento se produjo el viernes de la semana pasada, cuando el gobierno, legisladores y representantes de los partidos suscribieron un primer compromiso para "hallar soluciones apropiadas a los problemas" de Haití.
El diálogo continuó el lunes con la presentación de cuatro propuestas del Ejecutivo y la inesperada incorporación de Fanmi Lavalas, el partido del ex presidente Jean Bertrand Aristide, en la oposición, a la mesa de negociaciones.
Sin embargo, Lavalas y otros partidos opositores como la Organización del Pueblo en Lucha (OPL), suscribieron hoy una resolución conjunta para desligarse de otras organizaciones políticas que participan en el diálogo, y que busca "proteger el establecimiento de un gobierno abierto en el que puedan participar" en caso de elecciones.
"Cuarenta partidos políticos no pueden participar en un gobierno de coalición, porque no hay cuarenta departamentos", manifestó Sauveur Pierre Etienne, líder de la OPL, quien explicó que los firmantes de la declaración respaldan la búsqueda de un consenso para sacar al país de la crisis.
Mientras tanto, otro partido político, Inité, del ex presidente René Préval, se separó del Movimiento Patriótico de la Oposición Democrática (MoPod), promotor de las recientes protestas contra Martelly, y el gran ausente en el diálogo cuya asistencia se esperaba a último momento.
La salida de Inité se suma a la del "Konvansyon Inite Demokratik" (KID)y de "Haitianos por Haití", y el aún no oficial retiro de Lavalas, que se sumó a las negociaciones este lunes.
Paul Denis, uno de los líderes de Inité, anunció que el partido ha iniciado un proceso para la formación de un movimiento más amplio, aunque también se negó a participar en el diálogo.
El MoPod anunció esta semana su transformación en un partido político y reiteró su determinación de obtener la renuncia de Martelly y de su primer ministro Laurent Lamothe, lo que terminó de distanciarlo de varios partidos aliados.
"Nosotros no somos extremistas o el ala dura de la oposición. Tenemos principios y no nos desviaremos de nuestra línea", aseguró Mirlande Manigat, ex candidata presidencial y líder de la Reunión de Demócratas Nacional Progresistas (RDNP), para explicar su posición.
Manigat, no obstante, criticó que la Conferencia Episcopal haya limitado el diálogo a tres áreas: gobierno, elecciones y Constitución, bajo el argumento de que los temas estructurales deben formar parte de la agenda del diálogo, y dijo que la renuncia de Martelly "sería un servicio para el país".
Haití repitió el año pasado otra crisis política que terminó por aplazar unas importantes elecciones parciales programadas para principios de 2012, y dejó a medias el proceso de reconstrucción nacional al cumplirse el tercer aniversario del devastador sismo de enero de 2010, que causó miles de muertos y contrajo la economía haitiana.
El país deberá elegir este año a 10 senadores, 142 autoridades municipales y 570 asambleístas en todo el país, en unos comicios que debieron realizarse hace dos años.
El Senado sesiona actualmente con 20 de 30 representantes, y la gran mayoría de gobiernos locales con funcionarios nombrados por decreto por el presidente Martelly, quien ha dado garantías de que éste será un año electoral.