El presidente del Senado de Chile, el opositor democratacristiano Jorge Pizarro, estimó hoy que la candidata presidencial de la oposición, Michelle Bachelet, y su coalición obtendrán un amplio triunfo el próximo domingo, lo que permitirá realizar reformas económico y sociales comprometidas.
"Habrá un amplio triunfo, yo estimo en primera vuelta, y obtendremos mayoría en el parlamento, aunque con este sistema (electoral) binominal, es difícil saber en qué porcentaje, pero un triunfo en primera vuelta otorga legitimidad para impulsar reformas", dijo Pizarro a Xinhua.
El próximo 17 de noviembre, los chilenos elegirán a su próximo presidente para el periodo 2014-2018 de entre nueve candidatos, además de que votarán por 120 diputados, 20 senadores y 278 consejeros regionales.
En los comicios para suceder al presidente Sebastián Piñera (derecha) aparece como amplia favorita Bachelet, quien ya gobernó Chile de 2006 a 2010 y lidera ahora todas las encuestas o estudios de opinión.
La ex jefa de Estado pretende volver a La Moneda, postulada por la coalición de centroizquierda Nueva Mayoría, con una propuesta que incluye un amplio abanico de reformas, desde el plano social al político, y que recoge desde los anhelos del movimiento estudiantil por una educación gratuita, hasta una reforma política que desemboque en una nueva Constitución.
Sin embargo, la necesidad de contar con el parlamento a su favor condiciona la materialización de los cambios.
"El triunfo es inminente, pero en el parlamento la situación es diferente, tenemos un sistema electoral no democrático, en el cual necesitamos un 66 por ciento de los votos por distrito para lograr una mayoría, sino quedamos empatados con la derecha", indicó el presidente del Senado.
Para el histórico senador, "esta situación hace temer por la posibilidad de no concretar los cambios, por eso es además importante un triunfo en primera vuelta, por que genera otro escenario, independiente de la magnitud del triunfo en el Congreso".
El senador aludió al sistema electoral chileno, heredado del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990), al cual Bachelet ofrece reformar de manera profunda, al igual que una nueva Carta Magna, en remplazo de la promulgada por el gobernante "de facto" en 1980.
"Es una nueva Constitución. Lo que queremos es una democracia más participativa más justa y equilibrada, donde se produzca una regionalización efectiva, una nueva ley electoral, un sistema que permita mayor representatividad de la diversidad existente en el país, por ejemplo la posibilidad de un plebiscito, como mecanismo para dirimir temas relevantes", señaló Pizarro.
El mecanismo para generar esta nueva Constitución ha desatado un amplio debate en Chile, incluso en el interior de la propia coalición opositora, que aparece dividida entre quienes plantean Asamblea Constituyente u otro mecanismo más institucional.
"El mecanismo no es lo más importante, lo importante es el resultado, una Carta Magna más democrática, más inclusiva, con legitimidad", añadió Pizarro.
Reformas económico sociales
La centroizquierda aspira a retornar al poder, pues los gobiernos socialdemócratas que sucedieron al régimen Pinochet administraron el país por 20 años (1990-2010).
Por su parte, la derecha, que se alzó con la presidencia en 2010, tras 54 años, atraviesa una crisis de liderazgo y popularidad, lo que ha llevado a su representante Evelyn Matthei a exhibir un mínimo histórico de intención de voto.
"La derecha atraviesa por una crisis profunda de legitimidad, en parte importante por la administración del presidente Piñera, más centrada en aspectos económicos que en la ampliación de políticas sociales", expuso el senador Pizarro.
Bachelet ha prometido cambios en el plano social y económico, entre ellos una profunda reforma a la educación, que implica gratuidad en las universidades públicas y el término de los subsidios estatales a la educación privada con fines de lucro.
Esto en parte recoge las aspiraciones del movimiento estudiantil por la educación pública, el mayor movimiento social desde el retorno a la democracia y una de las explicaciones de la baja popularidad del presidente Piñera en los sondeos de opinión.
La propuesta incluye además el fortalecimiento del poder de negociación colectiva para los trabajadores y la creación de una administradora de pensiones estatal como alternativa al actual sistema privado de administradora de pensiones, fuertemente criticado por regresivo.
Los compromisos, que de acuerdo a expertos suponen la inyección de unos 15.000 millones de dólares, serían respaldados por una reforma tributaria, con la que se planea subir del 20 al 25 por ciento los impuestos a las utilidades de las empresas y la eliminación de subsidios al pago de impuestos deducibles por reinversión, aspectos fuertemente criticados por el mundo empresarial.
"No creo que esto afecte al crecimiento como dicen algunos, más de algún inversionistas podrá deslizar temores, pero cualquier inversionista racional se daría cuenta que Chile cuenta con un escenario muy favorable para los negocios, tiene libertad económica, certeza jurídica, mecanismos de protección. Son temores infundados", dijo Pizarro.
Política exterior
Para el líder del Senado, un aspecto que una eventual administración de Bachelet deberá corregir, es la política exterior chilena, fundamentalmente en la región.
"Espero que haya una diferencia sobre todo en el énfasis integracionista, no solo el énfasis comercial, como en la actualidad, espero que nuestra relación pueda cambiar con nuestros vecinos, no podemos darnos el lujo, de aparecer aislados, como es a veces que se percibe", indicó Pizarro.
Respecto a una eventual privilegio de la relaciones con la Alianza Pacífico (con Perú, Colombia y México) en detrimento de Mercador Común del Sur (con Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela y eventualmente Paraguay), el líder cameral estima adecuada la cooperación entre países del Pacífico, pero insiste en que el eje no debe ser sólo económico comercial.
Según el político "son cosas distintas, a mí me parece bien la Alianza Pacífico, Chile tiene que buscar socios y sociedades y cooperación, pero esta misma línea, el énfasis no puede ser sólo comercial, sólo movido por inversiones económicas".
Un caso distinto es China, el primer socio comercial del país, donde a juicio de Pizarro ha existido una política de continuidad que perdurará.
"Hay un nivel óptimo de relaciones entre ambas naciones muy óptimo, hemos profundizado el tratado comercial y nuestra relación económica es importante, son aspectos que seguramente serán profundizados pero en una línea de continuidad".
Pese al anunciado escenario poselectoral en Chile, a partir del próximo domingo, el nivel de participación electoral han agregado una cota de incertidumbre, ante el modo en que este factor puede alterar los pronósticos.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias serán las primeras con voto voluntario e inscripción automática, lo que ha elevado el padrón electoral a 13 millones de potenciales votantes, pero ha agregado aquella cuota de incertidumbre respecto a quienes efectivamente concurrirán a emitir su voto, para elegir mandatario y parlamento por los próximos cuatro años.
El teléfono móvil cumple 40 años
Viaje por China: cada día más fuera del alcance
Contacto
Twitter
Facebook
RSS
Imprimir
Favorito
Corregir
e-mail
