El presidente Sebastián Piñera hizo hoy un balance de la reconstrucción en Chile tras los daños causados por el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, y dijo que "de las 222.000 viviendas que se destruyeron, 170.000 han sido reconstruidas o reparadas.
Además, sostuvo que hay 46.000 viviendas que están en pleno proceso de construcción, a lo que se suman 216.000 viviendas terminadas.
"Es decir, el 97 por ciento de las viviendas que el terremoto destruyó o dañó, hoy día están reconstruidas y están habitadas por las familias o en pleno proceso de reconstrucción", dijo.
Con estas afirmaciones, Piñera respondió al cuestionamiento que hizo el jueves la ex mandataria Michelle Bachelet a las cifras oficiales del proceso de reconstrucción.
Piñera agregó que "estamos trabajando muy duro para cumplir con el ciento por ciento de la reconstrucción antes de que termine este gobierno, en el cual, créanme, hemos trabajado con un compromiso y con una entrega día tras día para cumplir con ustedes, con la gente de nuestro país". Su mandato termina en marzo de 2014.
En un acto con pobladores de un municipio capitalino, el gobernante hizo una visita de inspección a los trabajos de demolición que se realizan en el sector Bajos de Mena, en la comuna de Puente Alto, como parte del "Programa Recuperación de Condominios Sociales, Segunda Oportunidad", que se desarrolla a nivel nacional.
Bajos de Mena comenzó a poblarse hace más de 50 años, pero hace 20 años el gobierno de entonces dio una solución habitacional para miles de familias sin casa propia de la región Metropolitana, llegando a contar con una población superior a los 120.000 habitantes, la mayoría con alto índice de vulnerabilidad social.
El mandatario dijo que "cumpliendo nuestro compromiso, ya hicimos el primer llamado para poder demoler 1.000 departamentos y darle una nueva oportunidad a esas familias", lo cual fue apoyado por más del 95 por ciento de las familias afectadas.
El plan incluye un subsidio estatal para todas las familias ocupantes de los inmuebles a demoler, para que puedan sustituir su actual vivienda por una nueva o usada, con los estándares de la nueva política habitacional y en barrios mejor equipados, en su mayoría escogidos dentro de la misma comuna de residencia.
Este programa, a nivel nacional, busca en su primera fase trasladar a las familias de unos 1.000 departamentos deteriorados y ubicados en sectores de alta vulnerabilidad social, que corresponden a varios municipios de Santiago, Valparaíso y la ciudad sureña de Rancagua.
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