El Gobierno brasileño reafirmó hoy su posición sobre un posible ataque en Siria y rechazó cualquier intervención en el país árabe que no cuente con la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
"La posición del Gobierno brasileño es muy firme de que el uso de la fuerza en Siria necesita la aprobación de las Naciones Unidas", dijo el nuevo canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, en declaraciones a la página web del Ejecutivo brasileño.
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores repitió el discurso de su antecesor en el cargo esta misma semana, Antonio Patriota, de que "cualquier decisión sobre Siria fuera de la Carta de las Naciones Unidas es ilegal".
Una misión de la ONU se encuentra en Siria para investigar si hubo un ataque con armas químicas, algo que denunciaron los opositores al régimen sirio la semana pasada y que habría causado más de mil muertos, acusación que fue rechazada por el Gobierno sirio.