El nuevo canciller de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, aseguró hoy que la polémica causada por la fuga a Brasil del senador opositor boliviano Roger Pinto no cambiará las relaciones entre ambos países.
Figueiredo, quien participó este viernes junto a la presidenta Dilma Rousseff en la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Surinam, afirmó en la cuenta de Twitter del gobierno brasileño que Bolivia no ha solicitado formalmente la extradición de Pinto, quien llegó el pasado fin de semana sin autorización a Brasil.
Pinto, quien enfrenta en Bolivia cargos por corrupción, abandonó el pasado 23 de agosto la embajada de Brasil en la ciudad de La Paz, donde permaneció desde el 28 de mayo de 2012, y luego de un viaje de 22 horas en automóvil llegó a Brasil.
El gobierno de Brasil informó que Dilma Rousseff se reunió este viernes durante una hora con su colega boliviano Evo Morales, antes de la cumbre para abordar el caso del senador Pinto.
La fuga de Roger Pinto, organizada por la embajada brasileña en Bolivia sin el conocimiento de las autoridades, provocó la dimisión del ahora ex canciller de Brasil, Antonio Patriota, y la destitución del embajador en Bolivia, Marcel Biato, así como del responsable de negocios de la embajada, Eduardo Saboia.
La presidenta Rousseff criticó la operación y la calificó de "inaceptable", aunque el gobierno brasileño todavía no ha tomado una decisión sobre el senador boliviano, quien se encuentra en la capital Brasilia.