El embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon, afirmó este lunes, tras encontrarse con el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, que las denuncias de espionaje de su país sobre ciudadanos y empresas brasileños contiene informaciones "distorsionadas".
El encuentro fue solicitado por el diplomático estadounidense después de que el gobierno brasileño exigió a Washington explicaciones sobre las denuncias publicadas por el diario local "O Globo", que mostraron documentos obtenidos a partir de las filtraciones del ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad, Edward Snowden.
Shannon afirmó que el gobierno de Barack Obama está respondiendo a las preocupaciones manifestadas por el gobierno brasileño, sin embargo señaló que las denuncias "lamentablemente presentaron una imagen distorsionada del programa que no es correcto".
"Tenemos un excelente nivel de cooperación con el gobierno brasileño en el área de inteligencia y en el área policial. Estamos trabajando con los brasileños para contestar sus preguntas", indicó, sin especificar cuáles fueron las distorsiones.
El embajador informó que se encontrará también este lunes con el general José Elito, ministro del gabinete de Seguridad Institucional, para hablar del tema.
Antes de la reunión, el ministro Bernardo afirmó que es necesario que el gobierno de Estados Unidos se pronuncie, al igual que las grandes empresas de internet, como Google y Facebook.
"Hace casi un mes (desde las filtración de documentos de Snowden) y ellos no dijeron nada hasta ahora", subrayó.
El ministro anunció que Itamaraty, la cancillería brasileña, presentará una denuncia ante la ONU para que la gobernanza de internet sufra alteraciones.
"Es un mecanismo de comunicación global, pero está totalmente controlado por los americanos. Eso precisa cambiar", afirmó Bernardo.
Antes, Bernardo señaló que estaba convencido de la veracidad de las denuncias publicadas por la prensa brasileña.
"No tengo ninguna duda (del espionaje estadounidense en Brasil). Hasta el Parlamento Europeo fue espiado. ?Usted cree que nosotros no lo fuimos? Ahora, las circunstancias en que eso se dio, la forma y la fecha exacta, eso tenemos que verificarlo", señaló.
Este lunes la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) comenzó una investigación junto a la Policía Federal para determinar si las empresas del sector que actúan en el país "violaron, de alguna forma, el sigilo de datos y de comunicaciones telefónicas".
El diario local "O Globo" publicó documentos de 2002 en los cuales se muestran que Estados Unidos practicaba un espionaje masivo sobre comunicaciones electrónicas y telefónicas en Brasil.
Las denuncias apuntan que no existen pruebas sobre si esas actividades continuaron luego de esa fecha, sin embargo arrojaron que una base de espionaje actuaba en Brasilia a través de agentes de inteligencia estadounidenses que se hicieron pasar por diplomáticos.
En los documentos, Brasil aparece destacado en mapas de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense como blanco prioritario en el tráfico de telefonía y datos, junto a países como China, Rusia, Irán y Paquistán.
Anatel resaltó que el sigilo de datos y de comunicaciones telefónicas es un derecho asegurado por la Constitución, en la legislación y reglamento de la empresa, por lo tanto su violación es pasible de castigo en las esferas civil, criminal y administrativa.