La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que las recientes manifestaciones en su país "deben enorgullecernos", resaltando que, a diferencia de las que ocurren en otras partes del mundo, en su país se desarrollan "por más derechos".
Al presentar un plan de ayuda a la región del semiárido, en Salvador de Bahía (noreste), la mandataria dijo que escuchó la voz de las calles porque sus demandas son legítimas.
"Esas voces que sonaron en todas las calles de Brasil, ellas deben enorgullecernos", dijo.
"Esta presidenta aquí escuchó claramente las voces de las calles, tanto porque esa voz es legítima, como porque tenemos una democracia y es parte de la democracia la lucha por más derechos", agregó.
Según Rousseff, si se compara las manifestaciones en Brasil con las manifestaciones en otros países del mundo, se ve que los brasileños están pidiendo más avances a partir de lo conquistado en su gobierno y en el del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
"Cuando vemos las manifestaciones que ocurren en algunos países del mundo y que llevaron el nombre de 'Primavera Arabe', allá se estaba luchando contra dictaduras y por democracia", indicó.
Mencionó también el movimiento de los "indignados" en España, y la ocupación de Wall Street en Estados Unidos, destacando que en esos casos las personas se movilizaban contra la pérdida de derechos y reducción de salarios.
"Nosotros no somos responsables con relación a quienes el movimiento de Wall Street se manifestaba, no somos responsables por la crisis financiera mundial que conmovió al mundo y tiene efectos que se prolongan hasta hoy", dijo.
La presidenta se refirió también a su propuesta de un plebiscito para una reforma política, lanzada la semana pasada para dar respuesta a los reclamos populares de fin de la corrupción y moralización de la política.
Este mediodía, el vicepresidente Michel Temer anunció, tras una reunión con líderes parlamentarios de los partidos aliados, que el plebiscito sólo se realizaría junto a las elecciones generales de octubre de 2014, por falta de tiempo hábil para hacerlo este año.
Sin comentar ese hecho, Rousseff dijo confiar en la inteligencia del pueblo para responder a las preguntas de un plebiscito para la reforma política.
"Creo mucho en la inteligencia, en la sagacidad del pueblo brasileño. Creo que el pueblo brasileño siempre mostró a lo largo de toda nuestra historia que nuestras elecciones siempre fueron acertadas. No soy de aquellos que creen que el pueblo es incapaz de entender porque las preguntas son complicadas. No es verdad", subrayó.
Los temas propuestos por la presidenta para la consulta popular versan sobre el financiamiento de campañas, definición del sistema electoral, el fin de la suplencia de senadores, mantenimiento o no de las alianzas partidarias en las elecciones, y el fin del voto secreto en el parlamento.