La justicia guatemalteca condenó hoy a penas de entre 8 y 157 años de cárcel a 16 integrantes de una pandilla juvenil, encontrados culpables de al menos 22 asesinatos de personas que se negaron a pagarles una cuota extorsiva, así como otros delitos en varias regiones del centro del país.
El Tribunal Primero A de Mayor Riesgo dio valor probatorio a las pruebas presentadas por el Ministerio Público (MP) para condenar a los pandilleros por los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, asociaciones ilícitas, extorsión y lesiones graves.
Los condenados integran la pandilla Mara 18, una de las más temibles y sanguinarias que mantienen en zozobra a los guatemaltecos.
Los jueces del tribunal impusieron 157 años de cárcel a Edgar Ramos, apodado "Piwy" y líder de esa agrupación criminal, por cometer cinco de los 22 asesinatos atribuidos a esa gavilla.
En las conclusiones del debate, el MP indicó que los miembros de la banda utilizaban un negocio como fachada, donde escondieron armas durante varios meses y las cuales fueron incautadas tras un operativo policial.
A los miles de integrantes de las pandillas juveniles, conocidas como maras, se les atribuyen gran parte de los crimenes y actividades delincuenciales que ocurren en esta nación centroamericana.