Mientras los candidatos presidenciales del oficialismo han iniciado sus campañas en Chile, la opositora Concertación espera la llegada de la ex presidenta Michelle Bachelet (2006-2010) para que defina su candidatura a la reelección.
Se espera que Bachelet se despida de su cargo en las Naciones Unidas en la penúltima semana de marzo, tras haber trabajado durante más de dos años como directora de ONU Mujeres, para anunciar después, este mismo mes, en Santiago su participación en las próximas elecciones presidenciales del 17 de noviembre.
Bachelet, quien terminó su mandato con más de 70 por ciento de ahesión popular, es la favorita por el momento para ganar esos comicios, según los sondeos de opinión.
En la Concertación los equipos de asesores y políticos cercanos a la ex jefa de Estado preparan diferentes propuestas programáticas y otros documentos, con vistas a su eventual programa de gobierno.
El presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, dijo que el partido, del cual la ex presidenta es militante, está a la espera de su decisión para formalizar la candidatura.
"La fecha es marzo, ella lo dijo y no tenemos ninguna otra cosa que decir al respecto", afirmó.
Agregó que los detalles de la candidatura los "vamos a conversar con ella, hay que formalizarla y hacer varias cosas, pero hay que conversarlo con ella"
Aclaró que Bachelet no ha utilizado una "estrategia del silencio", como ha indicado oficialismo.
"La presidenta está contratada en Naciones Unidas, lo que le impone la obligación de no estar dando opinión sobre la contingencia política de ningún país ni tampoco de Chile", señaló Andrade.
La ex mandataria puede enfrentar en una elección primaria, probablemente en junio, a otros candidatos de la Concertación como el demócratacristiano Claudio Orrego; el senador radical José Antonio Gómez; el ex ministro de Bachelet, Andrés Velasco; y un aspirante del Partido Comunista, el cual no ha sido designado.
En caso de ganar en los comicios internos, la ex mandataria puede enfrentar a cualquiera de los tres precandidatos del oficialismo, al ex ministro de Defensa Andrés Allamand, al ex ministro de Obras Públicas, de Minas y Energía, Laurence Golborne, o al militante del Partido Progresista, el ex socialista Marco Enriquez Ominami.
El plan del regreso de Bachelet a Chile como candidata presidencial está a cargo un pequeño equipo de profesionales encabezados por el ex jefe de su gabinete en La Moneda, Rodrigo Peñailillo.
Hasta ahora no está contemplado que Bachelet hable a su llegada al país, ya que se está evaluando que lo haga la semana siguiente para cumplir con su compromiso de pronunciarse sobre su futuro durante este mes.
Ha trascendido que ella ha decidido destacar que, más que una militante socialista y una simpatizante de la Concertación, es una "ciudadana" que tiene vocación de servicio público para atraer a más seguidores.
En ese contexto, el objetivo que busca su equipo de campaña es destacar el interés de Bachelet de conocer de primera mano los problemas y eventuales propuestas del ciudadano común.
Para cumplir ese cometido se está evaluando que recorra el país y se reúna con gente desvinculada de los partidos políticos, es decir, los movimientos sociales, estudiantiles, ciudadanos y profesionales.
El presidente del Senado, Camilo Escalona, militante socialista, resaltó que la ex mandataria tiene más vocación ciudadana que espíritu partidista tradicional.
La idea es que Bachelet no aparezca "capturada" y "encapsulada" por los partidos políticos que forman la Concertación, Democratacristiano, Socialista, Por la Democracia y Radical.
Para ello, dijo Escalona, es indispensable que la ex presidenta se reúna con la mayor cantidad de actores sociales involucrados en el cambio social de los últimos años en el país, aunque alguno incluso no respalde su eventual candidatura presidencial.
Con el respaldo popular que señalan las encuestas, Bachelet puede ganar en la primera vuelta de las elecciones, lo cual le puede dar mayor la libertad para tomar decisiones como gobernante, sin que necesariamente sean en consulta con los partidos políticos de la Concertación.
Aunque sus colaboradores consideran que, debido a las elecciones parlamentarias, esos partidos harán esfuerzos por aparecer más cerca de ella, la candidata será muy cuidadosa en mantener una actitud equitativa frente a los candidatos a diputados y senadores que la respalden, tal como lo hizo en 2005.