Los cubanos adelantaron hoy una hora sus relojes para que entrara en vigor el "horario de verano", una medida que busca mayor aprovechamiento de la luz solar para reducir el consumo de energía.
Con este adelanto, además de dormir una hora menos, los cubanos reemplazaron al denominado "horario normal", que estaba en vigencia desde el 4 de noviembre último.
Como es costumbre en la isla, el cambio llegó cargado de llamados oficiales al ahorro de energía eléctrica pues la Unión Nacional Eléctrica de Cuba pidió que se utilice sólo la electricidad necesaria y se cumplan las normas establecidas para el uso de los equipos electrodomésticos.
En los meses de verano de julio y agosto, cuando tradicionalmente crece la demanda energética en el país, las autoridades siempre llaman a la población a contribuir con la campaña de ahorro nacional.
Según datos oficiales, más del 50 por ciento del combustible que se consume en Cuba se destina a la generación eléctrica.
En la isla se aplica el cambio de horario desde 1928, aunque es en el último medio siglo, con el triunfo de la revolución que encabezó el ahora ex presidente Fidel Castro, que esa medida se emplea de manera sistemática.
Con el adelanto en los relojes, Cuba tiene hasta fines de octubre próximo cuatro horas de diferencia con el horario internacional (GMT -4), en vez de las cinco del llamado "horario normal".
Este tipo de sistema había sido propuesto por el político, científico e inventor estadounidense Benjamín Franklin (1706-1790) y posteriormente, con mayor estructura, en 1907, por el constructor británico William Willett (1856-1915).
Por primera vez fue empleado por el Reino Unido el 30 de abril de 1916, durante la I Guerra Mundial.