El economista argentino Manuel Solanet afirmó hoy que el Reino Unido impidió de manera discrecional que argentinos compren propiedades en las Islas Malvinas, lo cual, de haberse permitido, hubiera modificado la composición demográfica de la zona y, en consecuencia, los resultados del referéndum que se realizará allí el domingo y lunes próximos.
Solanet, secretario de Hacienda de la Argentina mientras se produjo el conflicto bélico de 1982 entre su país y Gran Bretaña, dialogó con Xinhua ante la proximidad de la consulta que harán los isleños en torno a su estatus político, actualmente el de un "Territorio Británico de Ultramar".
"El referéndum tiene un resultado absolutamente previsible. Los isleños votarán por continuar siendo súbditos británicos. Esto será aportado por el Reino Unido como un respaldo formal a su planteo de respetar la voluntad de los habitantes", enfatizó el analista argentino.
Sin embargo, Solanet recordó que, como contrapartida, "la Argentina siempre ha sostenido que la población de Malvinas es implantada en tierras conquistadas por la fuerza y que la voluntad de los actuales habitantes no debe ser tenida en cuenta en las discusiones sobre soberanía" .
"Nuestros derechos son defendidos desde 1833 cuando fuerzas británicas desplazaron al gobernador argentino Luis Vernet y a los pobladores", añadió.
Para la Argentina, el hecho ocurrido hace 180 años constituyó una violación de su integridad territorial, mientras que el Reino Unido y los residentes pro-británicos de las islas han sostenido que el lugar estaba escasamente habitado y que la misión de 1833 consultó a los pocos residentes en el lugar si aceptaban la dominación de Londres.
"Los títulos de la Argentina eran hasta esa fecha reconocidos y heredados de la corona española, que ejercía el dominio sobre las Malvinas con el formal reconocimiento de Gran Bretaña", contrapuso Solanet.
Que remarcó que "si en estos 180 años Gran Bretaña hubiera admitido la compra de tierras y propiedades en Malvinas por parte de argentinos, ya hubiera cambiado la composición demográfica (del archipiélago) y la aproximación a la Argentina".
"Siempre lo impidió a pesar de numerosos intentos de inversores privados. Esto no lo dice Gran Bretaña cuando hace el referéndum", lamentó.
El entrevistado sostuvo además que el Reino Unido también evitó la radicación de argentinos sin propiedad en las islas, por lo que se constituyó un muro a la propiedad y presencia de ciudadanos argentinos, rechazó que no fue igual respecto de los chilenos, que hoy alcanzan el número de 300 y se han solidarizado con la comunidad de origen británico.
Solanet subrayó que ante la escasa población del archipiélago, inferior a las 3.000 personas, el cambio de su composición hubiera sido natural si se permitía la propiedad y radicación de argentinos, y los deseos de los locales seguramente habrían evolucionado de otra manera.
Sin embargo, el desbloqueo de este tipo de resistencia puede ser más sencillo. Londres aduce que respeta la voluntad de los habitantes de las islas, pero difícilmente pueda explicar en el plano internacional que impide la propiedad extranjera o que pone barreras migratorias discrecionales, según sea la nacionalidad de origen.
La consulta de los días domingo y lunes, de la que participarán 1.652 votantes de un total de 2.932 residentes, es considerada "ilegal" por el gobierno argentino, que reclama de Londres sentarse a negociar para abordar la cuestión en el marco de lo dispuesto por resoluciones de las Naciones Unidas que datan de 1965 a 2012.
El experto argentino recordó incluso que "en repetidas ocasiones", antes de la guerra de 1982, el gobierno británico exploró formas de negociación con la Argentina para resolver el diferendo de soberanía.
Pero aclaró que cada vez que se percibió algún avance en ese sentido, los representantes de la comunidad malvinense se movilizaron ante el Parlamento y los medios políticos ingleses para neutralizarlas.
En 1982, la Junta Militar que gobernaba entonces la Argentina emprendió la operación bélica "Rosario" para recuperar el control del archipiélago, lo que derivó en una guerra que se extendió entre el 2 de abril y el 14 de junio, y finalizó con la rendición del país sudamericano.
En el conflicto que protagonizó ante Gran Bretaña murieron 649 soldados argentinos, 255 militares británicos y tres civiles isleños.
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