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| ESPECIAL: Presidente uruguayo enfrenta desafíos al cierre de mandato |
Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 28 feb (Xinhua) -- El presidente de Uruguay, José Mujica, comienza este 1 de marzo su tercer y penúltimo año de mandato con una serie de retos por superar.
Nubarrones en el horizonte económico, desafíos a la unidad del gobierno y una pulseada con el Poder Judicial son asuntos que complican a la segunda administración del izquierdista Frente Amplio (FA).
Una inflación que por momentos se acerca a los dos dígitos, el déficit fiscal más alto en una década y un tipo de cambio que cae y complica a los exportadores, son algunos de los desvelos de Mujica.
A eso se suma una división ideológica en la política económica dentro del gabinete de la coalición gobernante Frente Amplio (FA) y fallos de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) que dificultan la política tributaria.
Además, la "luna de miel" con la oposición terminó y los sectores ajenos al gobierno seguramente arreciarán sus críticas en el año previo a las elecciones de octubre de 2014, donde se elegirá al próximo presidente.
A continuación seis de los retos de Mujica este año:
INFLACION
Desde el comienzo fue la piedra en el zapato en el equipo económico aunque comenzó a preocupar cuando el Indice de Precios al Consumo (IPC) arañó el 10 por ciento.
Uruguay cerró 2012 con un IPC anual de 7,48 por ciento tras moderar el registro en diciembre pasado gracias a un paquete de medidas antiinflacionarias.
Pero en el comienzo de este año el avance de precios se aceleró y sólo en enero mostró un incremento de 1,9 por ciento, disparando las alarmas.
Una medicina que probó el gobierno fue aumentar la tasa de interés del Banco Central (BCU), que a fin de diciembre se elevó de 9 a 9,25 por ciento y que ha impulsado la baja del tipo de cambio.
El ministerio de Economía, en tanto, intentó frenar acuerdos salariales con ajustes superiores al 10 por ciento.
Entre noviembre y diciembre, por otra parte, rigió un acuerdo con las cadenas de supermercados para ofrecer 200 artículos con un descuento del 10 por ciento y, a su vez, congelar todos sus precios.
Mujica ha reconocido que la inflación perjudica a "los sectores más débiles" y enfatizó que su administración la combatirá apelando a "los recursos disponibles".
TIPO DE CAMBIO
El incremento de la tasa de interés ha tonificado la apreciación del peso con un inmediato perjuicio al poderoso sector exportador.
En lo que va del año la moneda local acumula un avance de 1,53 por ciento.
A lo largo de 2012 totalizó un incremento de 2,51 por ciento sellando dos alzas anuales consecutivas.
Si bien el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, ha dicho que los cambios en la cotización del dólar se observan con "tranquilidad", desde el gobierno se reconoce inquietud.
Esto "refleja lo que ha sido la opción del régimen cambiario que el Uruguay ha adoptado, un régimen cambiario de tipo de cambio fluctuante o flexible", aseveró Lorenzo tiempo atrás.
DEFICIT FISCAL
El saldo en rojo de las cuentas públicas cerró 2012 en el equivalente a 2,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Es el nivel más alto desde 2003 explicado, de acuerdo con el gobierno, en un fuerte sobrecosto energético a raíz de una sequía que afectó la producción hidroeléctrica.
"Actualmente no prevemos la necesidad de ningún tipo de ajuste fiscal ni de creación de nuevos impuestos", aclaró hace unos días el jefe de la Asesoría Marcroeconómica del ministerio de Economía, Andrés Masoller.
Sin embargo, desde Economía se ha pedido a todas las reparticiones estatales "austeridad" en los gastos y se anunció una Rendición de Cuentas anual del Presupuesto Quinquenal con una inversión acotada.
El gobierno espera terminar 2013 con un déficit de 1,4 por ciento.
EQUIPO DE GOBIERNO
Aunque era un secreto a voces la división interna se confirmó públicamente a mediados de febrero.
La puja entre la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), que supervisa directamente Mujica, y el ministerio de Economía, afín al vicepresidente Danilo Astori, llevó a poner en duda la continuidad de Lorenzo.
Mujica exhortó la semana pasada a su equipo a "cerrar filas" y "trabajar para el pueblo" en alusión a la división en su gabinete.
"A veces en la vida política social y hasta familiar hay nubarrones y tormentas, pero inequívocamente todo pasa", reflexionó.
Aclaró que "todos son nuestros compañeros y con todos vamos a trabajar" pero "por encima de todo" llamó a "trabajar por el pueblo y para el pueblo".
PULSEADA CON CORTE
La crisis en el gabinete estalló después que la Suprema Corte de Justicia (SCJ) declarara inconstitucional el Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR) que promovió la OPP con el rechazo de Astori y Lorenzo.
Mujica anunció que promoverá alternativas al ICIR y enfatizó que las "decisiones de la justicia en un Estado de derecho hay que obedecerlas, eso está fuera de discusión".
El ICIR grava las propiedades superiores a las 2.000 hectáreas con entre 10 y 16 dólares por hectárea, con una escala gradual, según la extensión.
Reafirmó que el tributo "es moralmente defendible" y busca mejorar la infraestructura del mediorural.
"Los gobiernos pueden subir aranceles, subir el IVA (Impuesto al Valor Agregado), el IRPF (Impuesto a la Renta de las Personas Físicas), tasas, etcétera, pero no pueden gravar la concentración de la tierra", lamentó Mujica.
A esa pulseada con la justicia se suma el fallo también de inconstitucionalidad sobre una ley aprobada en 2011 por el FA en el Parlamento que impedía la prescripción de los delitos del gobierno militar (1973-1985).
Además, el FA pidió transparencia a la Corte que días atrás formalizó el traslado de una jueza que investigaba 55 causas de la represión militar al área civil y que fue resistido por una multitudinaria manifestación.
Pese a que desde el Ejecutivo se ha mantenido distancia de esta polémica con la Corte la misma lo afecta por el protagonismo en este caso de la fuerza política y sus legisladores.
AÑO PREELECTORAL
En octubre de 2014 tendrán lugar las elecciones nacionales en las que surgirá el sucesor de Mujica, quien no puede aspirar a la reelección inmediata, de acuerdo con la Constitución uruguaya.
El calendario electoral marcará la agenda política y obliga a anticipar el juego de las candidaturas.
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