El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reelecto para un tercer mandato de cuatro años, anunció hoy que propondrá "reformas puntuales" -que no identificó- a la Constitución, vigente desde 2008, luego de alcanzar una holgada mayoría en la Asamblea Nacional (Congreso) en los comicios del pasado domingo.
"Haremos las reformas que se tienen que hacer, básicamente, serán reformas muy puntuales. Hay deficiencias y haremos una revisión", indicó Correa, en un encuentro con medios de comunicación internacionales.
"Para eso nos ha elegido el pueblo, para cada vez mejorar la institucionalidad del país, que incluye la Constitución", agregó.
Correa explicó que la Constitución, de corte socialista impulsada por el oficialismo, "es muy buena, tiene una visión vanguardista, pero puede ser perfectible".
"Con el tiempo nos hemos dado cuenta que hay inconsistencias, incluso se detectaron en un primer momento que no prevalecieron nuestra opiniones en cuestiones técnicas", precisó el mandatario.
Correa citó por ejemplo que no prevaleció el criterio del gobierno en temas de educación y salud, así como en asuntos judiciales, como los recursos de acción de protección, que han generado ingobernabilidad.
La nueva Constitución fue redactada por una Asamblea Constituyente con plenos poderes, dominada por el oficialismo, y fue aprobada en un referendo con el 64 por ciento de los sufragios.
La Carta Magna habilitó al mandatario para la reelección en comicios adelantados en 2009, en los que venció ampliamente.
Correa podrá aprobar enmiendas a la Constitución, tras los resultados obtenidos en los comicios del domingo pasado, en los que el gobernante triunfó con un 56,67 por ciento de votos, y obtendría al menos 100 de las 137 puestos en la Asamblea Nacional, según el escrutinio parcial de votos.
El proceso de reforma constitucional tardaría más de un año, según las normas vigentes en la Carta Magna.
Analistas locales y líderes de partidos opositores han expresado que en caso de que Correa decida reformar la Constitución, éstas podrían incluir una que facilite próxima reelección presidencial, algo que ha descartado el mandatario.
Correa ha dicho que tras concluir su tercer período en 2017, abandonará la vida política y se irá a vivir a Bélgica, de donde es oriunda su esposa, Anne Malherbe.
"Esto agota bastante (el poder), pero además es bastante injusto, porque uno toma decisiones que afectan a otros, por ejemplo a mi familia", señaló Correa el domingo anterior.