El Parlamento de Cataluña aprobó hoy con 85 votos a favor y 41 en contra y dos abstenciones una "declaración de soberanía" de la región, que fue visto como un nuevo paso hacia la declaración de independencia de esta región autónoma situada en el nordeste de España.
Esta aprobación supone un nuevo desafío al gobierno español, indicaron este miércoles expertos políticos, y al mismo tiempo significó una nueva etapa en las relaciones entre Cataluña y el Estado central de España.
La declaración de soberanía, aunque es una medida prácticamente simbólica, abriría el camino para celebrar un referéndum de independencia del gobierno de España, el cual advirtió que impedirá en los tribunales cualquier iniciativa rumbo hacia la independencia de esta poderosa región del noreste del país europeo.
La declaración fue respaldada por el gobernante partido Convergencia i Union y por la Izquierda Republicana. Sin embrgo, tuvo la oposición del Partido Socialista Catalán y del Partido Popular, que gobierna en España.
Algunas encuestas mostraron que los catalanes se encuentran divididos sobre el tema de la independencia, pero la mayoría se opone si ésta significa abandonar a la Unión Europea.
España está dividida en varias comunidades y regiones que gozan de relativa autonomía del gobierno central de España.
Algunas de ellas, por su idiosincrasia y lengua, han buscado una mayor autonomía y pugnan por formar estados independientes, como Cataluña y el País Vasco.
En la declaración aprobada por el Parlamento catalán menciona que "se utilizarán todos los marcos legales existentes para hacer efectivo el fortalecimiento democrático y el ejercicio del derecho a decidir".
Asimismo, la declaración añade que "se dialogará y se negociará con el Estado español, las instituciones europeas y el conjunto de la comunidad internacional".
El texto aprobado este miércoles por el Parlamento catalán defiende el derecho a decidir y asegura que Cataluña tiene -por razones de legitimidad democrática- carácter de sujeto político y jurídico.
En contraste, en lo relativo a la economía, Cataluña ha incumplido con la meta de acabar con su déficit para 2012 y tampoco ha logrado cumplir con el propuesto por el Gobierno central de rebajarlo al 1,5 por ciento.
Por ello, es la comunidad más endeudada de España con pasivos por 41.778 millones de euros en 2011, es decir, un 22 por ciento más y representa el 30 por ciento de todas las comunidades españolas.