El gobierno de Brasil mantendrá en funcionamiento su embajada en Mali,Africa, pese a los graves enfrentamientos entre fuerzas oficiales y grupos extremistas, informó hoy miércoles el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores, Tovar Nunes.
Brasilia defiende la búsqueda de un acuerdo negociado con los rebeldes, en vista de que acciones ofensivas contra el terrorismo han mostrado pocos efectos positivos.
El gobierno brasileño manifestó también su preocupación con el respeto a los derechos humanos en la región.
El conflicto en Mali, uno de los países más pobres de Africa, comenzó en 2011 y se intensificó en las últimas semanas.
Grupos extremistas islámicos, con tres comandos distintos, ocupan el norte del país, mientras que el gobierno mantiene el control de la región sur.
De acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el número de refugiados superó las 150.000 personas y aumenta diariamente como consecuencia de los enfrentamientos armados.
Mali es el séptimo mayor país del continente africano en términos del territorio, uno de los más populosos, y tiene fronteras con otros siete países: Argelia, Níger, Mauritania, Senegal, Costa do Marfil, Guinea y Burkina Faso.
Este miércoles, el gobierno de Japón anunció el cierre de sus embajada en Mali por razones de seguridad, después del secuestro y muerte de por lo menos siete de sus ciudadanos por parte de extremistas islámicos en Argelia.