Hanban diversifica sus servicios

Actualizado a las 11/09/2013 - 14:48

Los Institutos Confucios están diversificando sus servicios.

Palabras clave：Hanban,servicios

Por Sun Shangwu, Zhao Huanxin y Tang Yue (China Daily)

¿Conoces el nombre de “Instituto Confucio”? ¿Qué te parece la idea de una tienda de conveniencia para la lengua y la cultura chinas?

Hanban, la organización que promueve la lengua y la cultura chinas, está expandiendo su trabajo a otros campos, aunque no tanto como una tienda de conveniencia.

El líder de la organización espera que sus servicios en el extranjero sean más accesibles, con una opción más rica para los clientes, “como un 7-Eleven”.

“Estas tiendas no son grandes, pero las puedes ver en todos lados y la gente puede conseguir prácticamente todo lo que quieren en cualquier momento que vayan”, dijo Xu Lin, director general de Hanban, la agencia sin fines de lucro que administra los Institutos Confucio en todo el mundo.

“Estamos tratando de hacer lo mismo. Esperamos que también podamos llenar nuestros estantes con productos de calidad diversificados. Así que quienes quieran aprender la lengua y la cultura chinas puedan tener suficientes opciones”, dijo Xu a China Daily en una entrevista exclusiva a fines de agosto.

No hay manera de que pueda haber tantos Institutos Confucio como puntos de venta de la cadena de conveniencia más grande del mundo. Sin embargo, se han estado desarrollando a una velocidad impresionante desde que se inauguró el primero en Corea del Sur en el 2004.

De acuerdo con las últimas cifras, hay 429 Institutos Confucio y otras 629 Aulas Confucio en 115 países y regiones en el mundo. Y otras 500 instituciones extranjeras han solicitado o se han mostrado dispuestas a colaborar con Hanban.

Mientras tanto, el número de extranjeros que tomaron el examen de nivel de idioma chino, el HSK, aumentó de 117.660 en 2005 a 3,5 millones en 2012.

Con más de 1.000 sitios, los Institutos Confucio tienen una presencia amplia en todo el mundo que no tiene comparación con otros organismos o empresas chinas. Ahora en su noveno año, el instituto es ampliamente considerado la mejor tarjeta de presentación del país con un enorme potencial para el crecimiento sostenible.

“Hay más de 10.000 profesores y voluntarios en los Institutos Confucio en el extranjero y son la encarnación viva de China y la cultura china”, dijo Xu.

“Conozco a un profesor en Afganistán que una vez estuvo a tan sólo unas decenas de metros de distancia de un atentado en su camino al trabajo. Están invirtiendo mucho en este curso”, agregó.

La clave es la demanda de los estudiantes

Antes de unirse a Hanban como su primera directora general, Xu estuvo a cargo del Centro de Servicio para los Becarios Chinos en Nueva York durante dos años y pasó otros cuatro años en Vancouver como consejera de educación de chino.

“Durante muchos años, el mundo exterior se centró en nuestros esfuerzos para abrir nuestros mercados y reconoció nuestro crecimiento económico. Pero no pensaban mucho sobre nuestra educación e investigación científica, que también se han vuelto más abiertas y transparentes”, dijo Xu, que comenzó a trabajar para el Ministerio de Educación en 1981.

Para construir una confianza mutua más fuerte y buscar la localización, cada Instituto Confucio es establecido y manejado por una institución educativa local y una parte china.

Y la filosofía de Hanban no es “mientras más rápido, mejor”. Por lo general, envía a un profesor a la universidad que envió la solicitud para constatar que realmente hay una gran demanda para el aprendizaje del chino y lleva a cabo un estudio a fondo antes de establecer un instituto.

Actualmente, Estados Unidos lidera con 96 Institutos Confucio -cuatro más que el total de los que hay en los siguientes cinco países: Reino Unido (24), Corea del Sur (19), Rusia (18), Francia (17) y Alemania (14).

“Otras 70 universidades (en EE.UU.) están esperando en la cola”, dijo Xu.

No obstante, el desarrollo no ha estado exento de dificultades. “Al principio, incluso se sospechaba que éramos una agencia de inteligencia”, dijo.

La tensión se puso de relieve cuando el gobierno estadounidense firmó una polémica política de visados en mayo del año pasado que obligaba a 51 de los 600 profesores de chino en 81 Institutos Confucios a salir del país en seis semanas.

Sin embargo, el Departamento de Estado de ese país más tarde cambió su decisión, luego de recibir cartas de docenas de rectores de universidades en contra de la medida.

“La fuerza impulsora son los estudiantes y las comunidades a las que las universidades sirven”, dijo Xu. “Quieren aprender chino y sobre la cultura china, especialmente los empresarios de pequeñas y medianas empresas que comercian con China.

“Las universidades tienen que responder a la comunidad y el gobierno tiene que respetarlas”, agregó.