Brasil está a punto de enfrentar su primer examen oficial para el Mundial 2014 cuando seis ciudades reciban, del 15 al 30 de junio próximo, a ocho selecciones que se disputarán la Copa de Confederaciones, en una cuenta regresiva que pasa por la conclusión de los estadios. En Brasilia, la capital federal, la selección brasileña y la japonesa se enfrentarán en el partido de apertura, con la previsión de que el estadio Nacional, más conocido como "Mané Garrincha", esté finalizado en marzo. Según los organizadores, Brasilia es una de las ciudades con los preparativos más avanzados.
El estadio "autosustentable en términos ambientales- y otros cuatro proyectos de movilidad urbana en ejecución totalizan casi 2.000 millones de reales (unos 1.000 millones de dólares).
Esto sin contar las obras para ampliar el centro de convenciones, la red hotelera y la capacitación de profesionales en el sector servicios.
Pero el trazado de curvas de la capital declarada Patrimonio de la Humanidad, es percibido hoy como una dificultad añadida debido a los límites impuestos a los proyectos urbanísticos como el nuevo sector hotelero, cuyo plan de construcción fue rechazado por el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan).
En estos momentos, su aprobación depende de una Ley de la Cámara Legislativa del Distrito Federal. En Fortaleza, al nordeste del país, la estructura de hormigón y hierro que integraba la fachada del Castelao, recién bautizado "Arena", ha sido sustituida por una de vidrio espejado.
Con capacidad para 63.000 personas, después de dos años de reforma, fue el primer estadio de la Copa en ser entregado el pasado 16 de diciembre, en una fiesta con la presidenta del país, Dilma Rousseff.
Sin embargo, en los alrededores del estadio las obras continúan, lejos de finalizar. El retraso de otros ocho proyectos para el Mundial, preocupan puesto que aún hay expropiaciones pendientes.
"Sin duda, todo estará listo para cambiar esa percepción ya que es una gran oportunidad que Fortaleza no puede perder", afirma el secretario especial de la Copa del gobierno estatal, Ferruccio Feitosa.
La capital de Ceará será sede de seis partidos de la Copa del Mundo. En términos de cantidad, el estadio de Fortaleza albergará un partido menos que Brasilia y Río de Janeiro, cada ciudad con siete partidos.
En Salvador de Bahía, la ciudad más poblada del nordeste de Brasil, la organización del evento enfrenta un historial de atraso estructural en diversos aspectos como en el transporte público y la falta de mano de obra calificada.
A un año y medio de la Copa, apenas dos obras de movilidad urbana e infraestructura están activas en Salvador: en el Aeropuerto Internacional Diputado Luís Eduardo Magalhaes y la reforma del puerto.
A su vez, Salvador lidia con un problema reciente relativo a la violencia urbana. De enero a octubre de 2012, la ciudad registró 1.532 asesinatos, un 32,41 por ciento por encima de Sao Paulo.
De acuerdo con los organizadores, las dificultades en el transporte y en el hospedaje no serán un problema dado la experiencia que posee la metrópoli en la organización de su famoso carnaval que recibe miles y miles de personas todos los años.
En el sur del país, Curitiba ve avanzar las obras con relativo buen ritmo. Según el seguimiento realizado por la web "Portal 2014", de las nueve intervenciones principales, ocho recibieron una evaluación positiva. La ciudad no está entre las sedes de la Copa de Confederaciones.
Si la ejecución del proyecto va bien, su financiación ha suscitado cierta polémica. A pesar de que el estadio "Joaquim Américo Guimar" es, conocido como "Arena da Baixada", es una propiedad privada, la obra que totaliza 200 millones de reales (unos 100 millones de dólares), es financiada por las arcas públicas.
Para el secretario especial para Asuntos de la Copa, Mario Celso Cunha, la preocupación no reside en el gasto, sino en los beneficios que el evento dejará a la ciudad y al estado Paraná, estimados en unos dos mil millones de reales (unos 1.000 millones de dólares)
Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, también corre a contrarreloj. El estado de Mineirao donde se celebrarán los juegos de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), ya está preparado, pero la ciudad todavía tiene desafíos pendientes en movilidad urbana y en infraestructura para atender a los millones de visitantes esperados.
El evento de 2013, será toda una prueba para la ciudad, según el secretario Extraordinario para la Copa de Mundo de Minas Gerais, Tiago Lacerda. "Será una oportunidad de mejorar, no sólo para la ciudad, también para el comité organizador local de la FIFA que va aprender a organizar una Copa en Brasil", puntualiza Lacerda.
Después de sucesivos anuncios de retrasos en la obra del Maracana, el gobierno del estado de Río de Janeiro informó, a principios de febrero, de una nueva fecha para entregar el estadio al órgano rector del balompié mundial: el próximo 28 de mayo,a dieciocho días del inicio de la Copa de Confederaciones.
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