El gobierno brasileño reduce la lista de las obras prioritarias complementarias para el Mundial de Fútbol del 2014 lo que supondrá un ahorro de 3.000 millones de reales (unos 1.500 millones de dólares), informó el jueves el Ministerio de Deportes.
La reducción se debió a que seis obras no cumplirán los plazos estipulados por el gobierno y ahora pasarán al Plan de Aceleración del Crecimiento (PAC), un ambicioso programa de infraestructura con un cronograma más flexible.
El presupuesto modificado descendió hasta alcanzar los 26.000 millones de reales (unos 13.000 millones de dólares), frente a los 29.000 millones de reales (unos 14.500 millones de dólares) iniciales.
Las seis obras que fueron postergadas y no serán incluidas en el cronograma de infraestructura complementaria del Mundial son: el corredor metropolitano de autobuses de Curitiba, los monorraíles de Manaos y Sao Paulo, el sistema moderno de autobuses de Manaos, la reestructuración de una avenida en Natal y la reforma del aeropuerto Salgado Filho, de Porto Alegre.
La revisión añadió ocho nuevas obras, tres de ellas en Río de Janeiro, donde habrá reformas en los alrededores del estadio Maracaná, una conexión vial con la Quinta da Boa Vista y la reforma de la estación de trenes y metro de Mangueira.
Sobre las obras en los estadios, el ministerio indicó que de los seis escenarios que recibirán el próximo año la Copa Confederaciones, el Maracaná es el más atrasado con sólo un 75 por ciento de su conclusión.
El estadio Fonte Nova, de Salvador, completó un 83 por ciento de las obras; el Nacional Mané Garrincha, de Brasilia, el 78 por ciento, y el Arena Pernambuco, de Recife, el 77 por ciento. El Mineirao, de Belo Horizonte, y el Castelao, de Fortaleza ya fueron concluidos.