BUENOS AIRES, 19 nov (Xinhua) -- La Escuela de Economía de la Universidad Católica Argentina (UCA) destacó hoy martes, a través de un informe, la necesidad de cambiar la política de subsidios para terminar con la pobreza en el país.
La última década se caracterizó por un alto crecimiento económico y el Estado cuenta ahora con más recursos que en el pasado, sin embargo los avances sociales han sido magros y la pobreza se mantiene en niveles elevados, afirmó la UCA.
"Uno de los factores que explica este fracaso es la inadecuada política de subsidios. La prioridad en la asignación de los fondos públicos debería ser el desarrollo de capacidades en los sectores más vulnerables para que ellos puedan ser gestores de su propio progreso", planteó la casa de estudios.
La investigadora de la UCA, Natalia Ramil, dijo que a pesar del alto crecimiento económico experimentado por Argentina en la última década, la pobreza se mantuvo en niveles elevados.
Las últimas estimaciones del Observatorio de la Deuda Social de la UCA indican que el porcentaje de personas en situación de pobreza se ubica entre 24,5 y 26,9 por ciento de la población, mientras que las personas que no cuentan con ingresos para cubrir una canasta básica alimentaria (indigencia) está entre 4,9 y un 5,8 por ciento.
"Es interesante destacar que el 71 por ciento del total de hogares más pobres se ubica en el interior del país, ya sea en una capital de provincia (32 por ciento) o en las pequeñas ciudades y pueblos del interior (39 por ciento) y sólo el 29 por ciento está en el Gran Buenos Aires", agregó.
Sin embargo, para el gobierno de la presidenta argentina Cristina Fernández, la pobreza afecta a 4,7 por ciento de la población.
El análisis determinó que los subsidios estatales han favorecido a los hogares de ingresos medianos y altos.
Los subsidios económicos en 2012 alcanzaron 99.000 millones de pesos (unos 15.000 millones de dólares), sin embargo se proyecta que en 2013 superarán la cifra de 140.000 millones de pesos (unos 23.000 millones de dólares).
Al detallarlos, la UCA dijo que los subsidios para que las familias paguen menos por la electricidad representan el 25 por ciento, seguido de los hidrocarburos, que incluyen el subsidio familiar al consumo de gas (20 por ciento) y otros subsidios (10 por ciento).
Después están los subsidios al transporte para reducir el costo de los pasajes de colectivos y trenes fundamentalmente de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires (28 por ciento) y los subsidios a empresas estatizadas deficitarias (15 por ciento).
El resto (2 por ciento) son subsidios marginales a la industria y los sectores rural y forestal.
Quienes defienden los subsidios económicos señalan que gracias a ellos las familias pagan tarifas más bajas por los servicios públicos, sin embargo el argumento pasa por alto la alta regresividad del mecanismo, ya que el subsidio es en función del nivel de consumo y no del nivel del ingreso del hogar, agregó la UCA en su estudio.