Escasez internacional genera alta demanda de enfermeras chinas |
Pekín, 26/02/2013(El Pueblo en Línea)--En un futuro próximo, tal vez a partir de septiembre, las personas de edad avanzada en Alemania serán tratadas por el primer grupo de enfermeras extranjeras enviadas desde China, que los saludarán en alemán con un acento chino.
Autoridades alemanas y del Ministerio de Comercio de China firmaron un acuerdo a finales del año pasado para enviar alrededor de 150 enfermeras chinas para trabajar en hogares de cuidado alemanes, con el objetivo de ayudar a cubrir un déficit de personal médico en el país.
“Se trata en esta ocasión de una excepción a nuestra selección habitual de socios en un campo específico, pues China, no es un país europeo”, dijo Beate Raabe, jefa de prensa de la Agencia Federal de Empleo, el mayor proveedor de servicios en el mercado de trabajo alemán.
No hay enfermeras de guardia
La escasez de enfermeras es un problema global. Países como los EEUU, Gran Bretaña y Austria han estado reclutando enfermeras de países de ingresos medios como Vietnam y Filipinas durante años para tratar de cubrir la escasez.
Ahora están recurriendo a la populosa China para tratar de resolver el problema. Su Juan, 28 años, es una de las 25 enfermeras actualmente aprendiendo el idioma y la cultura alemana en el Centro Internacional de Formación de Enfermería en Shandong.
“A diferencia de las condiciones de trabajo en casa, creo que la experiencia de trabajar en el extranjero realmente ampliará mi visión y conocimientos”, dijo Su a Global Times.
El problema es que la propia China carece de millones de enfermeras para cuidar de su propia población cada vez más anciana. Programas similares que se ocupan de enviar enfermeras chinas al extranjero han generado preocupación sobre la manera de aliviar la escasez de enfermeras en China.
¡No estoy tan preocupada!, dijo Wang Zhuwen, director de operaciones en el centro de formación. “El 80% de las enfermeras en el extranjero decide volver a China con el tiempo, y cuando lo hacen, tienen más oportunidades”.
Su no es ajena al trabajo en el extranjero. Ya en el 2008, dos años después de graduarse de la Universidad de Medicina de Shanxi, se inscribió para ser enfermera en Arabia Saudita.
“No era fácil encontrar trabajo para una recién graduada. Incluso si tienes la suerte de conseguir uno, el trabajo es muy estresante, así que, ¿por qué no ir al extranjero?”, se preguntó.
Después de unos meses de aprendizaje de idiomas, Su y otras 12 enfermeras chinas fueron enviadas a trabajar en el Hospital General de Almana. Las enfermeras pronto comenzaron a notar las diferencias.
“Las que sólo habían trabajado en hospitales chinos dijeron que era como el cielo para ellas”, dijo Su. “El trabajo era relativamente relajante y era más interesante trabajar con gente de todo el mundo”.
La proporción médico-enfermera en China era de 1 a 1,16 en el 2010, por debajo del estándar propuesto por el Banco Mundial de más de 1 a 2 en promedio, de acuerdo con Guo Yanhong, subdirector de Coordinación de la Administración Médica.
Malas condiciones
Los bajos salarios son otra razón que obliga a las enfermeras cualificadas a salir de China. En Arabia Saudita, Su ganaba unos 4.500 yuanes (722 dólares) al mes, muy por encima de sus compañeros que hicieron un salario inicial de alrededor de 2.000 yuanes en casa.
Ahora, su próximo destino es Alemania. Después de ocho meses de estudio de la lengua y la cultura, se va a trabajar en un ambiente menos estresante y al mismo tiempo ganará 2.400 euros (3.171 dólares) al mes.
“A menudo escuchamos historias de personas que trabajan en el extranjero para poder alimentar a toda su familia en casa”, dijo una ex enfermera de apellido Wang. “Más importante aún, las enfermeras reciben mayor respeto en el extranjero que en China”, señaló.
“Por lo general uno necesita conexiones para trabajar en un buen hospital”, dijo. “Si no, ¿por qué luchan las enfermeras de todo el país?”, agregó.
Alemania necesitaría unas 220.000 enfermeras en la próxima década, especialmente personal médico especializado en atención geriátrica, ya que es una especialización impopular entre el personal de enfermería. En los últimos años, el país se ha vuelto hacia otros países europeos en busca de ayuda. Ahora ha puesto su mirada en China.
“China es el hogar de muchos jóvenes que quieren buscar fortuna en el extranjero y están dispuestos a invertir mucho tiempo y esfuerzo”, dijo Monika Varnhagen, jefa de la agencia de colocación internacional de la Oficina Alemana del Trabajo, según la revista Der Spiegel.
Se estima que alrededor de 60.000 enfermeras no están trabajando en sus campos elegidos en la provincia de Shandong. Aunque el proyecto piloto se limita a sólo 150 enfermeras por ahora, Wang Zhuwen dijo que el futuro depende de los resultados y el centro podría ampliar sus programas de cooperación en el futuro.
“A pesar de la crisis de enfermería, algunos hospitales se niegan a contratar a gente nueva. Piensan que son los médicos los que traen ganancias, no las enfermeras”, dijo Wang Zhuwen y explicó cómo algunos médicos cobran a los pacientes por drogas y tratamientos innecesarios.
Al igual que Su, muchos graduados de las escuelas de medicina tienen un gran interés en trabajar en el extranjero. Quienes se quedan en casa y luchan, a menudo cambian su profesión o optan por trabajos como farmacéuticos o masajistas, incluso.
Alcance Global
Desde el 2005, la agencia de Shandong ha enviado cerca de 1.000 enfermeras chinas para cubrir el aumento del número de plazas de hospitales en Singapur, Japón, Arabia Saudita, Canadá y Austria.
El destino más popular es los EEUU. Para ayudar a las enfermeras chinas a internacionalizarse, la Comisión de Graduados de Escuelas Extranjeras de Enfermería inauguró su primer centro en Pekín para tomar el examen de licencia de enfermería en el 2003.
China tenía alrededor de 2 millones de enfermeras registradas en el 2010, un 52% más que en el 2005, según datos del Ministerio de Salud. Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante. Zhong Nanshan, un renombrado experto chino en enfermedades respiratorias, advirtió que China está sufriendo una fuga de cerebros médicos.
Pero la agencia lo ve de una manera positiva. “Puede tener una influencia negativa en la industria en el corto plazo, pero a largo plazo llevará toda la profesión a un nivel más alto”, dijo Wang Zhuwen.
La mayor dificultad para trabajar en el extranjero probable sean las barreras del idioma. Al igual que otras enfermeras extranjeras, Su dijo que tenía problemas de lenguaje y comunicación, cuando llegó por primera vez a Arabia Saudita. También aprendió nuevos conceptos, como el apoyo emocional a los pacientes que eran difíciles de expresar en chino.
“A diferencia de China, las enfermeras están obligadas a proporcionar apoyo emocional al paciente. Eso fue algo totalmente nuevo para mí”, dijo.
Li Miaozhen, una enfermera china de 40 años de edad que trabajaba en un hospital de Los Ángeles, dijo a Global Times que las enfermeras en los Estados Unidos son como diplomáticos.
“Éramos como diplomáticos en el hospital porque los los pacientes pueden presentar quejas en tu contra si te comunicas con ellos de mala manera”, dijo Li.
Diferencias culturales
Sin embargo, muchas enfermeras extranjeras no están acostumbradas a la cantidad de juicio independiente y el tiempo ocupado en documentar la atención médica requerida por el sistema americano, de acuerdo con los estudios del profesor Yu (Philip) Xu de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV), uno de sólo unos pocos investigadores en el país, quienes estudian cómo se ajusta esta población como parte de la fuerza laboral estadounidense.
Xu, ella misma una enfermera extranjera, descubrió que las barreras del idioma y la comunicación son los culpables de muchos errores médicos. De acuerdo con su estudio, se estima que 100.000 personas mueren cada año como resultado de errores médicos en los EEUU y es imposible determinar la cantidad de enfermeras capacitadas internacionalmente que contribuyen a estos errores médicos, informó el periódico Las Vegas Sun.
De hecho, muchas enfermeras chinas asignadas a un país extranjero se han graduado recientemente y tienen poca experiencia profesional real, a pesar de recibir formación especializada a la llegada.
“Si usted comete un error en China, te culpan de todo a ti, pero en los países extranjeros, primero van a tu supervisor y le preguntan si has estado sobrecargada de trabajo o si tienes algún problema familiar”, dijo Wang Lin.
Las enfermeras extranjeras también son víctimas de la alienación, el racismo y la opresión. La investigación de Xu señala que las enfermeras chinas en los EEUU a menudo se encuentran “socialmente aisladas y paralizadas por deficiencias de comunicación”.
Ninguna panacea
Al darse cuenta de que el número cada vez mayor de enfermeras extranjeras podría no ser capaz de resolver la escasez, Estados Unidos está gastando millones de dólares para promover la enseñanza y capacitación en enfermería.
Las enfermeras extranjeras tampoco parecen ser bien recibidas por los sindicatos de trabajadores de enfermería. La importación de enfermeras extranjeras es vista como una amenaza para la seguridad en el empleo de cientos de miles de enfermeras estadounidenses capacitadas que actualmente no trabajan en su campo.
"Si el desempleo es tan alto, ¿por qué tenemos que traer enfermeras de otro país?”, dijo Ann Converso, presidente de United American Nurses, según fue citada por la revista Business Week.
China también está trabajando en una solución. El Ministerio de Asuntos Civiles asignó 30 millones de yuanes el año pasado para capacitar a más enfermeros para cuidar de la población anciana cada vez más numerosa. Su objetivo es formar a 6 millones de enfermeras a finales del 2020.
Los requisitos de contratación también se han suavizado para atraer a más ancianos. En el hospital de Wang, las restricciones relativas al hukou, el sistema de registro de hogares de China, se ha levantado para atraer talento de fuera de Pekín.