QUITO, 29 oct (Xinhua) -- El creador de "WikiLeaks", el australiano Julian Assange, dijo hoy lunes en teleconferencia ante la justicia ecuatoriana que el gobierno de Ecuador pretende poner fin a su asilo en la embajada de Ecuador en Londres, Inglaterra, y entregarlo a Estados Unidos.
Assange, de 47 años y bajo protección de Ecuador desde 2012, compareció en el marco de una audiencia en la que se analiza una acción de protección que presentó a través de sus abogados el pasado 19 de octubre.
La acción judicial se interpuso contra autoridades nacionales en rechazo a un Protocolo Especial que emitió el gobierno ecuatoriano para regular las visitas, comunicaciones y atención médica durante su estadía en la embajada en Londres.
Assange y su defensa consideran "arbitrario" el protocolo porque, a su juicio, viola los derechos y libertades fundamentales del también programador informático, lo que el gobierno ecuatoriano niega.
Ecuador defiende dicho protocolo y atribuye la vigencia del mismo a una "decisión soberana".
En su comparecencia, Assange acusó a las autoridades ecuatorianas de iniciar una campaña de desprestigio en su contra para poner fin a su asilo, y señaló que está siendo utilizado como un "comodín" en supuestas negociaciones que realiza Ecuador con Estados Unidos y Reino Unido.
"No quiero meterme en política, pero vemos que el gobierno ecuatoriano está apoyándose más en Estados Unidos y Reino Unido, con mayor influencia", dijo Assange.
Assange teme una eventual extradición a Estados Unidos, donde puede ser juzgado por espionaje debido a que publicó en "WikiLeaks" miles de documentos filtrados de información confidencial de ese país.
Las expresiones de Assange fueron rechazadas en la misma audiencia por el procurador general de Ecuador, Iñigo Salvador, quien asistió a la diligencia junto al canciller ecuatoriano, José Valencia, ambos demandados en la acción de protección.
Salvador afirmó que Ecuador es un país soberano y negó injerencias externas en sus decisiones.
"Rechazamos esas maliciosas y perversas declaraciones; el Ecuador no actúa por presiones de otras naciones", apuntó el procurador ecuatoriano.
El funcionario defendió el protocolo al señalar que apunta a una "convivencia armónica" de Assange en la embajada en Londres, donde dijo que éste ha protagonizado incidentes desde 2014, como agresiones físicas al personal de seguridad de la embajada, andar en patineta y jugar fútbol.
A lo largo de la audiencia, Assange recalcó que su vida corre riesgo y que su situación se tornó más seria desde marzo pasado, cuando el gobierno de Ecuador le suspendió los sistemas que permiten comunicarse con el exterior desde la embajada.
Indicó que la restricción en las comunicaciones le impide trabajar como periodista y contactar con sus hijos.
Ecuador adoptó entonces la medida ante el incumplimiento por parte de Assange del compromiso escrito que asumió con el gobierno a finales de 2017, por el que se obligaba a no emitir mensajes que supusieran una injerencia en relación a otros Estados.
Assange se refugió en la embajada ecuatoriana para evitar ser extraditado a Suecia y ser interrogado por supuestos delitos sexuales, los que él niega.
Aunque la Justicia sueca cerró el caso en mayo pasado al no poder avanzar en la investigación, Reino Unido mantiene una orden de detención si Assange abandona la embajada.
De acuerdo con el activista, el proceso en Suecia forma parte de una maniobra para enviarlo a Estados Unidos.