Por José Aguiar
CARACAS, 30 nov (Xinhua) -- En medio de un panorama caracterizado por la escasez de alimentos y medicinas, y una serie de sanciones de Estados Unidos, el gobierno y la oposición de Venezuela intentarán retomar mañana viernes el diálogo en República Dominicana.
Luego de varios intentos en meses pasados, que fracasaron debido a que la oposición consideró que las condiciones "no estaban dadas" para un diálogo, el gobierno logró que un sector de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD) acordara "negociar".
Este acercamiento se desarrollará bajo un clima de incertidumbre entre la población, afectada por la crisis económica que incide de forma directa en sus ingresos, al sufrir el país una alta inflación de tres dígitos y la escasez de productos básicos.
En entrevista con Xinhua, Malfred Gerig, profesor investigador de la Escuela Venezolana de Planificación, consideró que la ciudadanía "no tiene los ojos puestos directamente en el diálogo, (ya que ésta) siente que el diálogo no representa o no está en sintonía directa con sus intereses".
No obstante, aclaró, "esto no quiere decir que así sea (que no represente a la población), (pues) hay cuestiones que se están planteando en el diálogo, que tienen repercusiones directas con medidas económicas, con rutas económicas que se puedan tomar".
"La situación es bastante compleja en el ámbito económico, y las repercusiones de la crisis económica en el ámbito social. La calle está caldeada, sin embargo, la forma en cómo el gobierno ha manejado el tema de la alimentación en el último año (...) le ha permitido un margen de maniobra", aseguró.
Este encuentro, que se desarrollará los días 1 y 2 de diciembre, contará con el acompañamiento de los cancilleres de México, Chile, Paraguay, Bolivia, Nicaragua, y San Vicente y las Granadinas, quienes serán "garantes del cumplimiento de los acuerdos que se realicen", según la oposición.
Sobre el tablero, tanto la alianza opositora MUD como el gobierno mantienen sus exigencias, que buscan generar "garantías" para las elecciones presidenciales que la nación suramericana celebrará en 2018.
El gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, pedirá a la MUD que solicite a Estados Unidos eliminar las sanciones contra sus funcionarios y el Estado, y que cese la "guerra económica" para lograr "condiciones económicas" de cara a esos comicios presidenciales.
En tanto, la MUD exigirá la liberación de lo que ellos consideran "presos políticos", que se abra un canal humanitario para el ingreso de alimentos y medicinas y la designación de nuevos funcionarios del Consejo Nacional Electoral (CNE), al cual señalan de favorecer al gobierno.
En ese contexto, Gerig opinó que ese diálogo "va a ser bastante álgido" porque la "oposición ve al gobierno con mucha fortaleza", y éste, a su vez, "necesita de la institucionalidad" del Congreso "para sacar adelante ciertas cosas, sobre todo relacionadas con el tema de la deuda" externa.
Sostuvo el académico que este acercamiento "puede salir adelante", a pesar de la negativa que tienen algunos sectores opositores, que aspiran únicamente "sacar al gobierno de Nicolás Maduro inmediatamente, e implementar una serie de medidas económicas".
"Sobre los negociadores podría decir muy poco, pero la novedad es la inclusión por parte de la oposición de algunos acompañantes que representan sectores (sociales, sindicales y económicos) importantes dentro de la oposición. Están los empresarios", apuntó.
Añadió que el gobierno tiene dos "estrategias principales", por un lado, lograr un acuerdo "de pacificación política" que "permita la canalización institucional de la vida política nacional", y por otro, "tratar de negociar" con el Congreso un "refinanciamiento" y la emisión de nueva deuda.
No obstante, consideró que "la agenda del diálogo siempre ha sido un poco, por así decirlo, no clara para la prensa ni para el país, porque es una cuestión propia de estos escenarios".
Este encuentro, el primero público y formal desde el intento que se estancó en diciembre de 2016, se da bajo un escenario poco satisfactorio, debido a las sanciones económicas y jurídicas impuestas a Venezuela por Estados Unidos, además de las impuestas por Canadá y la Unión Europea.
A este respecto, Malfred Gerig mencionó que es un asunto que "sin duda interfiere", a tal punto que el propio Maduro elevará una petición ante la MUD para que "sirva como mediadora para que cesen las sanciones" contra funcionarios venezolanos y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
"Pero también las sanciones que impiden que el gobierno haga cuestiones muy básicas como pagarle a sus acreedores", mencionó el profesor de la Escuela Venezolana de Planificación, para quien esa es una de "las cuestiones álgidas del tema".
Aunque la oposición venezolana "alegará que es una decisión soberana de Estados Unidos y que no tienen nada que decir a ese respecto", es "obvio que ellos son complacientes con esas sanciones y que no están para nada en desacuerdo con las mismas", sostuvo Gerig.
La oposición utilizará el tema de esas medidas para pedir algo a cambio, "es un 'quid pro quo' (algo por algo) que en realidad, detrás, es un chantaje, porque la agenda de la oposición ha sido promover las sanciones internacionales para poder utilizarlo en el terreno nacional a su favor", explicó el académico.
Al referirse a sus expectativas sobre el encuentro del 1 y 2 de diciembre en República Dominicana, Malfred Gerig dijo mantenerse "sumamente escéptico", especialmente por que ve "difícil que la oposición a la interno llegue a un acuerdo para cumplir los acuerdos que pudiesen llegar en la negociación".
"Y por el otro lado, soy bastante escéptico porque al igual que las conversaciones de diciembre del año pasado, se llegaron a acuerdos y las partes fueron incapaces de cumplir cuestiones de esos acuerdos", cuestionó.
Sin embargo, afirmó que el hecho de que las partes "se reúnan y que puedan dialogar representa un paso adelante para el país", sumido en una crisis política, económica y social que mantiene aquejados a los venezolanos.