Las parejas chinas sopesan con cautela la nueva política de planificación familiar |
Por Kimeng Hilton Ndukong
Beijing,02/11/2017(El Pueblo en Línea)-Después de 40 años de estrictos controles en la natalidad para lograr mantener a la enorme población china bajo control, existe un número cada vez mayor de matrimonios que aprovechan las bondades de la nueva política de planificación familiar.
La nueva regulación que permite tener dos hijos entró en vigor el primero de enero del 2016. Desde entonces, aproximadamente 90 millones de parejas ya han tenido un segundo bebé, verificándose 17.86 millones de nacimientos.
La Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar de China también informó que el número de nacimientos del 2016 fue el más alto desde el año 2000, y que representó un 11.5 por ciento más que los nacimientos del 2015. Más del 45 por ciento del total de los nacidos en el 2016 fueron hijos segundos.
"Hay que aclarar que la política anterior del hijo único no era extremista porque también permitía tener dos o más hijos, dependiendo del origen étnico, lugar de residencia y si alguno de los cónyuges era hijo único o mujer", detalló Yang Juhua, profesora de Demografía del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Universidad Renmin de China.
En línea general, las mujeres chinas han acogido con beneplácito la nueva política.
"El gobierno alienta a las parejas a tener un segundo hijo ofreciendo asistencia para el cuidado de los niños menores de tres años como acceso a las guarderías y jardines de la infancia públicos", añade Yang.
Sin embargo, una encuesta realizada por la Federación de Mujeres de China y el Centro Nacional de Innovación para la Evaluación de la Calidad de la Educación Básica demostró que, de 10,300 familias con hijos de 15 años, el 53,3% no expresó deseos de tener un segundo hijo. Solamente el 20.5% estaba dispuesto a tener un segundo vástago, mientras que el otro 26.2% no estaba seguro. Asimismo, los residentes en regiones y ciudades de alto nivel demostraron menos disposición para tener un segundo hijo.
Los factores claves que influyen en dichos criterios son la capacidad de acceder a servicios públicos como la educación, atención médica, salud, entorno y la calidad de los productos para bebés.
Por otra parte, muchos padres aseguraron que querían tener un segundo hijo porque creen que los niños traen felicidad a la familia. Y que ese segundo niño completaría la familia de cuatro miembros, brindando compañía y apoyo al primogénito.
Yang también considera que los residentes en las ciudades chinas sufren los altos costos de la crianza de sus hijos. Esto se complejiza en el caso de que la madre sea una profesionales porque el cuidado del segundo hijo podría comprometer el desarrollo de su carrera. El gobierno introdujo la política general de dos hijos porque la política de un solo hijo debía funcionar hasta 1990. Por lo tanto, ya era hora de introducir cambios inevitables contra el envejecimiento poblacional, enemigo directo del desarrollo económico sostenible.
En 2015, la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar de China realizó una encuesta donde preguntaba: ¿por qué no tendrías un segundo hijo? Casi tres cuartas partes de los encuestados argumentaron insolvencia o presiones financieras, el 61.1 por ciento mencionó la dedicación que se necesita para criar un ser humano, mientras que el 60.5 por ciento consideró la falta de apoyo como la razón fundamental de su negativa.
No es un secreto que hoy en día existe un número creciente de parejas chinas que dependen de sus padres jubilados para el cuidado de sus hijos.
Por otra parte, debido a que el número de embarazadas ha aumentado rápidamente, lograr cama para el examen prenatal y el parto se ha vuelto muy difícil, informó China Daily, a principios de este año.
La nueva política también ha tenido su efecto en el mercado. El salario promedio mensual de una enfermera residente se ha disparado hasta los 5.000 renmimbi, el doble de lo que ganaba hace cinco años. Mientras tanto, la matrícula en un jardín privado que ofrece enseñanza bilingüe (chino e inglés) ha subido de 4,000 renmimbi a 6,500 renmimbi mensuales.
Fu Ying, portavoz de la V Sesión de la XII Asamblea Popular Nacional indicó que la nueva política del segundo hijo necesita de otras políticas y servicios adecuados para satisfacer la demanda.
"Además, existe un aumento en el número de embarazadas maduras. Las mujeres que tienen 40 años también quieren tener un segundo hijo", subrayó Liang Haiyan, médico del departamento de ginecología y obstetricia del Hospital de la Amistad China-Japón.
China no fue el primer país en introducir el control de la natalidad en el mundo. India lo hizo en 1952. En los años 1950 y 1960, China fomentó la anticoncepción entre las mujeres, aunque no fue para controlar la natalidad. En 1971, se instituyó un nuevo programa para frenar el crecimiento de la población. Los matrimonios tardíos reemplazaron a los matrimonios tempranos, dejó de promoverse los nacimientos de intervalos cortos y se prefirió generar menos población.
Esto condujo a una disminución de la fecundidad (1972-1978) que pasó de 23,4 nacimientos a 12,05 nacimientos por 1.000 habitantes, una reducción de alrededor del 50%. La cantidad de niños por pareja también disminuyó de 5 a 2.72. Sin embargo, esta disminución no fue suficiente. Con la introducción de la reforma y la apertura en 1978, los hogares chinos se hicieron responsables de la producción agrícola, a medida que la vetusta economía planificada cedía terreno a la nueva economía de mercado con características chinas.
En 1949, China tenía una población de 540 millones de habitantes. Luego aumentó a 960 millones en 1978. Dentro de esta cifra, los jóvenes menores de 21 años constituían el 80% de la población. Los campesinos necesitaban más hijos para trabajar en sus granjas. Luego, el gobierno impuso un control más estricto en el crecimiento poblacional, aplicando la política del hijo único a todas las ciudades y en las provincias de Jiangsu y Sichuan.
En la década de 1970, una mujer china promedio tenía 4.77 niños, pero la cantidad decayó a 1.64 niños en el 2011.
"Sin esta política, China tendría 400 millones más de ciudadanos", insiste la profesora Yang. Y añade que "el control de la natalidad y las reformas económicas han mejorado el nivel de vida durante cuatro décadas consecutivas".
Actualmente la expectativa promedio de vida en China es de 76 años. 79 años en el caso de las mujeres y 75 años para los hombres.
"La política del hijo único fue exitosa y necesaria. En el futuro, debido al nivel del desarrollo económico del país, las parejas reducirán por si mismas el número de hijos. Esta actitud consciente hará que la observancia del crecimiento de la natalidad sea más orgánica", concluye Yang.
Kimeng Hilton Ndukong es sub-editor de la sección de noticias internacionales del Diario Camerún Tribune.