BRASILIA, 12 sep (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó hoy durante un encuentro con empresarios y sindicalistas en Brasilia, que en el país "cada uno quiere derribar al otro".
"Diálogo es fundamental para la democracia (...) Es una cosa muy importante en el país, donde cada uno quiere derribar al otro y no puede porque Brasil no lo deja", dijo Temer a representantes de la industria y el sindicalismo.
En el acto celebrado en el Palacio de Planalto (sede del Ejecutivo), el mandatario dijo que el pueblo brasileño es mayor que cualquier crisis y que, muchas veces, los problemas son "artificialmente creados" para generar dificultades a los demás, pero que lo importante es que la economía está creciendo.
"El pueblo brasileño es capaz de encarar los problemas, muchas veces, artificialmente creados, y decir 'no voy con el artificio, voy con la realidad', y la realidad es el crecimiento del país", afirmó.
Asimismo, Temer hizo un balance positivo de la marcha de la economía y resaltó la creación de empleos y el crecimiento en los últimos meses lo cual, según afirmó, permitió dejar atrás el ciclo recesivo más prolongado de la historia brasileña.
La declaraciones de Temer ocurren un día después de que la policía brasileña detuviera al empresario Joesley Batistas (delator en la operación Lava Jato) y afirmara que hay indicios de crimen por parte de Temer y otros miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Por su parte, el presidente de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), Paulo Skaf, y el líder de la Fuerza Sindical, Paulo Pereira da Silva, coincidieron durante sus discursos en que se deben dejar atrás las discusiones sobre corrupción para enfocarse en la recuperación económica de Brasil.